El ministerio de Salud calcula que la tasa de contagio está cercana a 1,2 personas. Según las estimaciones del Instituto Nacional de Salud, INS, para el 4 de agosto deberíamos tener 17.854 camas de hospitalización, 8.927 de cuidados intermedios y 8.927 de cuidados intensivos, asumiendo que el 80% son asintomáticos. El Ministerio estima que tendremos esa capacidad instalada.
Para evitar la propagación de la enfermedad entre los 236.877 trabajadores del sector de salud (69% son auxiliares de enfermería, 17% médicos generales, 14% enfermeros), el Gobierno nacional cambio la distribución de los recursos de las ARL. Deberán destinar un porcentaje para comprar equipos de protección.
El Gobierno ha inyectado 6,8 billones de pesos al sistema de salud. 200 mil millones para pruebas diagnósticas, 721 mil millones para aumentar la capacidad instalada, 300 mil millones para el pago de nóminas de hospitales públicos, y 452 mil millones de bono económico de reconocimiento para el personal de salud.
Es muy difícil determinar si estamos listos para una apertura; pero si es evidente que el daño económico ya es insostenible. La destrucción de empresas y empleos ha sido dramática. Miles de colombianos empiezan a sentirse asfixiados por la imposibilidad de producir y ante sus ojos se deshacen sus proyectos vitales.
El sector constructor, manufacturero, y a la industria relacionada empieza un proceso de apertura. Se estima que estos tres sectores producen el 25% del PIB, y el 17% del empleo en el país. Más de 4 millones de trabajadores deberán seguir los protocolos de distanciamiento y protección individual. 800 municipios sin Covid-19 podrán levantar las cuarentenas. De los resultados de éstos dependerá la posibilidad de mayor apertura. Deseamos que tengan éxito, esto es, les pedimos que actúen con toda responsabilidad; en sus manos y las de sus trabajadores esta el destino de la economía de la nación.
El Gobierno se está esforzando. Dispuso 14 billones de pesos en el Fondo Nacional de Garantías, FNG, para garantizar el flujo de recursos hacia los sectores afectados, sin embargo los desembolsos de los créditos han sido muy lentos. De los 14 billones disponibles, solo se han desembolsado 1,1 billones. Por eso el Gobierno buscó ayudar a los empresarios y empleadores de manera directa. Se aprobó el pago del 40% de un salarió mínimo de las empresas formales -personas jurídicas o naturales- que demuestren un decrecimiento del 20% en sus ventas de abril respecto al mismo mes en el 2019. Esto va beneficiar a cerca de 6 millones de trabajadores, y aliviará la presión que hoy amenaza los empleos de muchos colombianos.
Los sectores más impactados por el Covid-19 equivalen al 33% del empleo en el país, y el 27% del ingreso laboral. Algunos podrían reactivarse, siempre y cuando quienes están aprueba hoy, logren los controles para evitar el contagio y propagación de la enfermedad.
La función de la cuarentena no es acabar con el virus, lo tendremos por largo tiempo. El propósito fue disminuir el contagio y preparar el sistema de salud. El reto ahora es que la ciudadanía comprenda que esta “nueva normalidad” seguirá exigiéndonos mucho; los descuidos, la falta de precauciones, pueden echar por la borda el esfuerzo que hemos venido haciendo.