Propuso el presidente Gustavo Petro que parte de las cotizaciones para pensiones que se encuentran en los fondos privados se trasladen a Colpensiones. El propósito de este traslado es destinar gran proporción de estos recursos al pago de pensiones para adultos mayores que no tienen pensión, por no haber cotizado para el efecto. “Un bono que en vez de $80.000, pase a ser de $500.000 y haga que el adulto mayor sin pensión pueda superar la línea de pobreza”, señaló el mandatario.
Según el gobierno se persigue mejorar considerablemente el programa “Colombia Mayor” que actualmente realiza un pago mensual de $80.000 a los adultos mayores en condición de vulnerabilidad y pasar a una pensión que le permita una subsistencia digna.
Se trata de un tema sensible que ha despertado toda clase de controversias en el panorama nacional y muy especialmente en el laboral.
En el país, hoy coexisten dos regímenes pensionales: el privado a cargo de los Fondos Privados y el público de Colpensiones. En el primero, las personas ahorran y van generando rendimientos según las inversiones que realizan las empresas administradoras de los fondos, a esto se agrega el ahorro de cada trabajador. Para pensionarse en este modelo, se hace un promedio de ese dinero ahorrado en la vida del trabajador y se entrega una mesada. En el segundo, el dinero ahorrado va a un fondo total que se usa para pagar las pensiones actuales. Para pensionarse se hace un promedio de las cotizaciones realizadas en los últimos 10 años y se saca un monto que sale de esa bolsa, o incluso del Presupuesto Nacional.
Sin duda hay una confrontación entre los dos sistemas, que el gobierno se propone eliminar. Pasaríamos a lo que se conoce como el sistema de pilares o multipilar; modelo desarrollado por el Banco Mundial en 1994. La reforma pretende que una parte de la cotización de una persona se destine a Colpensiones y el resto a los fondos privados. Además, también se propondría un tope a la cotización en el Fondo Público, ya que este solo funcionaría para apoyar a las personas en estado de vulnerabilidad, que conforman el pilar cero no contributivo.
De los puntos más sensibles de la propuesta está en saber si se afectará el dinero que actualmente se encuentra ahorrado en los fondos privados o sí será a partir de las futuras cotizaciones. La controversia se armó, al punto de que muchos se preguntan si tocar el actual ahorro de las personas en los fondos privados, pueda configurar un acto expropiatorio. También se critica porque si se descapitalizan los fondos privados, se lesionaría no solo el sistema pensional y las finanzas públicas, sino que también afectaría el mercado accionario, donde los fondos son inversionistas institucionales.
La reforma no es asunto menor. Se señala por Asofondos que, debido a la informalidad laboral en el país, que se cifra en un 50%, lo más seguro es que entre el 75 y el 80% de los colombianos no alcanzará a pensionarse. Con semejante advertencia, no habla pilar cero que pueda ser atendido. El debate está abierto.