El 28 de mayo presentaré en la Universidad EAN mi nuevo libro “La revolución de las sufragistas: precursoras del voto femenino en Colombia”; publicado por Ediciones EAN con prólogo de Noemí Sanín Posada, exministra, primera mujer en ejercer la Cancillería, destacada embajadora y dos veces candidata a la presidencia de Colombia.
El libro cuenta con una impactante carátula del caricaturista y escritor Vladimir Flores, el inigualable Vladdo, la cual le da aún más relevancia a esta obra.
¿Por qué este libro? Hablando con mujeres y hombres de todas las edades, orígenes y educación, especialmente los jóvenes, me impresionó su ignorancia sobre el tema de los derechos civiles de la mujer. La mayoría ni siquiera sabían el significado de la palabra “sufragista” y, para mi gran sorpresa, tampoco sabían que el derecho al voto femenino era algo relativamente nuevo en el mundo y más aún en Colombia. Siendo Nueva Zelandia el primer país en aprobarlo sin restricciones en 1893 y Colombia uno de los últimos en hacerlo en Latinoamérica, en 1954, hace solo 70 años.
O sea, gran parte de nuestras madres y la mayoría de las abuelas de los colombianos actuales no tuvieron derecho a votar, mucho menos a una educación universitaria, ni a administrar su propia herencia, ni siquiera a la patria potestad de sus hijos, la cual ejercía exclusivamente el padre.
Las mujeres éramos consideradas como niñas incapaces de manejar nuestro propio destino, hasta el punto de que para salir del país se les exigía un permiso autenticado en notaria del padre o del marido, al cual prácticamente pertenecía.
La ardua lucha por obtener los derechos civiles para mujer, inclusive el derecho a elegir y ser elegida, se ha ido olvidando o es totalmente desconocida para las nuevas generaciones. Esto presenta un peligro, pues lo que se ignora no se aprecia.
Quise entonces hacer mi aporte a un movimiento, cada vez más importante, que pretende recuperar la memoria de esa valerosas mujeres que lucharon contra una de las injusticias más grandes de la humanidad, la desigualdad de la mujer ante el hombre y lograron, con su osadía y constancia, obtener el reconocimiento de esa igualdad en la educación, el trabajo, el manejo de sus propiedades, sus derechos como madres y ante la ley en todos los aspectos, sobre todo sus derechos como ciudadanas en igualdad de condiciones con el hombre.
En este escrito presento una semblanza de diez mujeres, pertenecientes a diferentes corrientes políticas, desde la izquierdista María Cano hasta la conservadora Bertha Hernández de Ospina, las cuales considero fueron, entre muchas y muy destacadas sufragistas colombianas, las más influyentes de acuerdo al impacto que cada una de ellas causó en el país por sus ideas, escritos, actuaciones y trayectoria, antes y después de obtener el voto, el 25 de agosto de 1945, en la Asamblea Nacional Constituyente ANAC.
Cada una de ellas es comentada al final de su capítulo por importantes mujeres, hoy muy destacadas como políticas, senadoras, académicas, científicas, escritoras y poetas, prueba de cuanto ha avanzado, en todas las áreas, la mujer colombiana.
Los invito el 28 de mayo/ 11 am/ a acompañarme en un conversatorio con Noemí Sanín y Alfonso Crissien, fundador de la EAN, sobre “La revolución de las sufragistas”.
Dirección EAN/ Cr. 11 #78-47 Bogotá.