Es una vergüenza lo que ha sucedido con el manejo de los recursos para la educación pública en Bogotá. 

Para echarle más leña al fuego, quiero recordarles que el Instituto de Extensión de la Universidad (Ideux) fue dirigido por el señor Wilman Muñoz, quién le sacó carros, viajes y hasta pijamas a los recursos de la educación pública. El señor Wilman promete prender el ventilador para explicar cómo los once mil millones mecatiados por él, fueron una bicoca comparado con lo que hay detrás. Y uno de los puntos es el que hace referencia con el Sena.

Como hace dos años he abanderado las denuncias de lo que ocurrió en la entidad, resulta que el instituto que dirigía Muñoz fue el que recibió el contrato interadministrativo con el Sena para realizar la interventoría de trece obras a nivel nacional por un valor de 9.400 millones de pesos (Contrato No 1069) bajo la administración de Alfonso Prada y con el señor Wilman Muñoz como el jefe de obra de esa interventoría. 

Una de las obras que desde el 2015 y 2016 que no se han terminado están precisamente bajo la interventoría de la Universidad Distrital. Esto lo denuncié hace dos años y hasta ahora no ha pasado nada. La interventoría sigue en manos del Instituto y obras como la de carrera octava con calle 57 en Bogotá sigue en obra negra, la de Malambo en el Atlántico y la de Buenaventura. 

Mientras se construía la obra de Bogotá, durante dos años (2016 y 2017) se arrendó un edificio en el barrio la Castellana por dos mil millones de pesos anuales, un costo muy elevado para edificios con características similares y peor aún, en una zona que tiene uso de suelo residencial. Sobre este tema tampoco ha pasado nada.

En lugar de acabar con el contrato de la Universidad Distrital (como era mi intención), ante la clara incapacidad técnica para ejecutarlo, le hicieron adiciones presupuestales por el 20% del valor del contrato. 

¿Si no hay edificios dónde está la plata?, ¿En serio Alfonso Prada, director general del Sena para la época de todas estas millonarias contrataciones, no tiene ninguna responsabilidad por el hecho de no haber firmado ni un papel?

No solo fue la plata de la educación superior la que se mecatiaron, sino también la de la formación técnica. La corrupción está desbordada porque los corruptos saben que la justicia no opera y la capacidad de reacción de los entes de control es selectiva. ¿Cuándo será que van a indagar las cuentas personales de Alfonso Prada y sus asesores más allegados? Esperemos que Wilmer cuente.

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