Las elecciones preliminares en Ecuador las ganó Andrés Arauz, delfín de Rafael Correa y posiblemente gane en segunda vuelta, cuando aún no se sabe quién será su contrincante, si el banquero conservador Guillermo Lasso o el candidato indígena Yaku Pérez, quienes se disputan, a dentelladas, el recuento de votos. Si Correa llega en cuerpo ajeno a desquitarse del presidente Lenín Moreno por haberlo traicionado, habrá fuerte tensión, y en América un inquietante resurgir de la izquierda, con Arce en Bolivia, Fernández en Argentina y López Obrador en México. Amanecerá y veremos.
Pero las noticias de Perú son más folclóricas. Por vacunarse antes de tiempo -como si fuera un delito, no aguantándose dejarla para un día después- andan emproblemados el ex presidente Martín Vizcarra, retirado por recibir coimas, las ahora ex Minsalud, Pilar Mazzetti y excanciller, Elizabeth Astete, hija de su Padre Astete y quien, saliéndose de todo Catecismo, amenazó con no recibir la segunda dosis, poniendo en riesgo su propia vida, en lo que parecería como una tentativa de suicidio a cuentagotas…Sólo falta ahora que la oposición parlamentaria enjuicie al presidente, Francisco Sagasti, para que también quede de ex y allí sería el despelote, en un país lleno de expresidentes y de exfutbolistas.
Recordemos que a PP Kucynzski -hoy en detención domiciliaria- le habían sacado tarjeta roja en 2018 por enredos con Odebrecht (firma que logró unir a la América Latina, cosa que no pudo el Libertador); lo sucedió Vizcarra, por menos de dos años y a éste, por seis días, Manuel Merino (“Interino”, especie de paquete chileno metido en pisco sour) quien se asustó con unas protestas callejeras y se voló. Suerte para Sagasti, hombre de temple, y ojalá alcance a llegar hasta los comicios previstos para dentro de un par de meses.
Recordemos también que Alberto Fujimori, presidente hasta el 2000, logró huir hacia el Japón, tierra de sus ancestros, hasta que tuvo la brillante idea de regresar a pagar 25 años de prisión por varios entuertos; luego llegó Alejandro Celestino Toledo, hasta el 2006, acorralado en USA esperando su extradición, por enredos con la misma firma (y a quien conocimos en zona costera mediterránea de Herzliya Pituach, cerca de Tel Aviv, en casa del embajador americano, donde Toledo se hacía acompañar de un importante y enigmático personaje, patrocinador de la elegante fiesta, modelo 2008: Josef Maiman, ciudadano judío-peruano, a quien la revista Forbes consideraba como uno de los israelíes más ricos del mundo); vino luego a la presidencia, por segunda vez, Alan García, hasta el 2011, y después se suicidó, por cuenta de la maldita firma, y en últimas rodó Ollanta Humala, logrando terminar su presidencia en 2016, también encartado con la justicia, con Nadine, su esposa, por enredos con la firma de marras.
Post-it. Señor Presidente Iván Duque, señor Ministro Fernando Ruiz: ustedes son los primeros servidores públicos en esta pandemia; están de primeros en la línea de fuego, viajando por todo el país, arriesgándose en todas partes y es de interés público que no se contagien del covid-19. Deben vacunarse inmediatamente, no por ustedes, sino por la salud de la Patria.