Es triste y preocupante ver como las protestas estudiantiles que se realizan en muchas ciudades colombianas, pero en especial en Bogotá, terminan anarquizadas por la infiltración y la manipulación que de ellas hacen los desadaptados y los violentos. Muchos bienes públicos y también particulares terminan siendo destruidos.
Esas marchas han sido siempre el dolor de cabeza de las autoridades y de la misma ciudadanía y su poder de convocatoria se ha centuplicado a través de las llamadas redes sociales, que mejor sería llamarlas redes antisociales. Se habla y mucho de que es necesario regularlas. Pero es algo así como tratar de regular el caos. El resultado ésta a la vista: es casi imposible tratar de judicializarlas.
El papel de las autoridades, y en especial el del Esmad, es casi patético. Desde luego tratan de cumplir con su deber hasta el punto que los "tira piedras" no los quieren ver ni en pintura. Sin embargo los últimos acontecimientos han puesto de manifiesto que es necesario que la ley sea más contundente y mucho menos laxa que en la actualidad. No es posible que un puñado de salvajes produzca tanta destrucción. Casi mil millones de pesos en la última asonada capitalina.
El otro punto delicado de estos tristes episodios es el relacionado con los eventuales acuerdos logrados bajo esta inaudita presión. Cada bando alega que el otro no ha cumplido. Pero todo indica que muchas de esas pretensiones son desmesuradas y no hay suficientes recursos para poder satisfacerlas. No puede ser posible que la única lección que aprendan estos “estudiantes" es que todo se puede lograr a la fuerza.
El camino para lograr nuestro crecimiento socio económico no puede pasar por el meridiano de la confrontación. Las graves dolencias de nuestra educación superior no se van a solucionar con intransigencia. El resultado salta a la vista: cada día son mayores las pruebas de que nuestros profesionales están poco preparados para enfrentar el mundo laboral.
Adenda Uno
Dos grandes amigos y colegas, Javier Darío Restrepo y Gustavo Samper, fallecieron la semana que termina. Javier Darío nos acompañó en las primeras etapas del Noticiero de televisión 24 Horas. Gustavo nos apoyó desde la dirección de Inravisión.
Adenda Dos
Hace bien el gobierno en tratar de ponerle coto a los abusos de Avianca con sus pasajeros, especialmente en lo relacionado con el incumplimiento de horarios e itinerarios.