Llevamos cerca de tres meses cumpliendo con las medidas de aislamiento adoptadas por el Gobierno. Inicialmente se ordenó un aislamiento general ante la llegada al país del Covid-19, fundamentalmente para frenar la propagación del virus y ganar tiempo para construir la infraestructura necesaria y conseguir los recursos fundamentales para afrontar la pandemia (ej. pruebas, reactivos, respiradores, entre otros).
Este proceso de aislamiento generó, como efecto colateral, una gran afectación a la economía requiriendo instrumentar por parte del Estado la emergencia económica, para poder dictar las medidas de alivio requeridas y para brindar apoyo a las empresas y a los ciudadanos respecto del cierre de las actividades y la pérdida de miles de empleos.
Ya se ha avanzado mucho en la preparación y adecuación del sistema de salud y aunque todavía falta por hacer, era necesario que el Gobierno tomara medidas para ir abriendo los distintos sectores de la economía nacional y regional, para como se dice en el lenguaje popular la gente puede salvar lo máximo que se pueda de sus empresas y actividades.
El Presidente Duque se ha visto en todo momento liderando la situación e impulsando las medidas adecuadas para poder enfrentar esta pandemia. Incluso ha ayudado a las empresas con la participación del Estado en el pago de salarios. Ha sido tan importante su trabajo que incluso distintas organizaciones internacionales ha destacado su papel y liderazgo.
Ahora ya abierta la mayoría de los sectores de la economía lo que sigue es más de disciplina y conciencia social de la ciudadanía, para que este virus no nos golpeé tan duro como lo ha hecho en otros países.
Sabemos bien que la cima del virus todavía no ha llegado y que aproximadamente faltarán más de sesenta días para que esto ocurra y podamos comenzar a descender en los contagios. Mientras tanto las cifras subirán. Pero de nosotros depende que haya menos contagios.
No es el momento para que la gente se descuide y empiecen una vida normal. Si bien es cierto que hasta que no se descubra la vacuna nos toca convivir con el virus, tenemos que cambiar los hábitos sociales y tomar cada uno conciencia de su propia responsabilidad y continuar en lo posible de trabajando desde nuestras casas, con la ayuda de Tecnología y que cuando salgamos lo hagamos con el cuidado de las recomendaciones que nos han hecho y que no son otras que siempre usar un buen tapabocas, guardar distancia entre cada uno de nosotros, estar lavándonos las manos coda ves que podamos, desinfectarnos con alguna frecuencia y no hacer reuniones grandes que sean estrictamente necesarias
Un estudio llevado a cabo en la ciudad de Nueva York ha demostrado que si ‘todos’ usamos tapabocas y guardamos la distancia adecuada, el virus dejaría de transmitirse y sería, por ahora, el mejor remedio ante esta pandemia.
Solamente de nuestra responsabilidad y compromiso con nosotros mismos depende que salgamos mejor de esta pandemia y salvemos nuestras vidas.