LORENA RUBIANO FAJARDO | El Nuevo Siglo
Viernes, 5 de Abril de 2013

Guerra por la paz

Creo que no se puede ser egoísta con el país y con nosotros mismos, en el sentido de buscar el objetivo de toda sociedad, el cual es vivir y convivir en armonía, tolerancia, convivencia y en paz. Me parece que estamos frente a una  oportunidad para cambiar la historia de Colombia y construir una verdadera generación de la paz.

Hemos guardado prudencia, optimismo y fe en el sentido de que las conversaciones entre el Gobierno y las Farc, en Cuba, tengan éxito superando las  diferencias frente a los temas que se están discutiendo y que suponemos son referentes a la restructuración de nuestra querida patria.

Es indudable que los temas social, agrario económico y político tienen que ser revisados para amoldarlos a una nueva condición de desarrollo integral y si ellos, los guerrilleros, se han equivocado en su camino de lucha por conseguir esos objetivos, nosotros también tenemos que reconocer que hemos sido incapaces de superar muchas deficiencias del pueblo colombiano.

Mi origen agrario me permite cruzar los dedos y pedir al Altísimo que por fin se logre una reforma que permita el retorno al campo, a cultivarlo y hacerlo rentable, a que los  campesinos que carecen de tierra o la tienen de manera insuficiente, puedan tener parcelas sostenibles y productivas, incentivos y asesorías de producción para no sembrar lo que no se vende o los empresarios nos los pagan a precios irrisorios, a impedir que los productos agrícolas de Ecuador, Perú, Brasil y otros países lleguen en el momento en que nuestras cosechas salen y bajan el precio. El futuro del país está en el campo tecnificado y productivo con  infraestructura, educación y  salud.

La paz es difícil de conseguir y sobre todo de mantenerla. Para lograrla hay que desarmar los espíritus y ese es el mensaje que envió a los ex presidentes Pastrana, Samper y Uribe y a sus áulicos que por creer que se sienten más cercanos a ellos, utilizan los medios para despotricar contra el otro.

Mal servicio prestan a sus compatriotas y a sus familias tratando de cerrarle el paso a un acuerdo de paz.

 

En el perdón sin olvido, el acuerdo en lo fundamental sin arrasar con nuestra institucionalidad, el reconocimiento a las víctimas y a nuestros soldados y policías y una generosa reconciliación, está el futuro de Colombia.

lorenarubianof@gmail.com