Del Quimbo al Tambo
"La vida es hermosa y más hermosa es cuando las personas son compasivas con todos los seres vivos, respetando su vida y evolución".
Christian Auz
Lo que mal empieza mal termina. La hidroeléctrica del Quimbo la están haciendo contra viento y marea, es decir, contra las normas ambientales y, lo que es peor, contra los habitantes de la región que inermes, sólo reciben garrote oficial.
En buena hora, la Contralora General y la Procuraduría le están metiendo mano al asunto, por las denuncias de defensores del medio ambiente que piden investigar a entidades involucradas en el negocio que dieron vía libre a esta obra, sin respetar los protocolos ambientalistas y desalojando campesinos y pescadores, que protestan en la zona, por las consecuencias que acarreará en materia social, económica y ambiental.
Mientras el ministro de Ambiente, Frank Pearl, sostiene que la licencia sí cumple con todos los requisitos, las críticas arrecian contra la multinacional Emgesa, firma que adelanta el proyecto que inundará tierras huilenses de El Agrado, Gigante, Garzón, Tesalia, Altamira y Paicol.
La pregunta que nos hacemos es ¿que función ha cumplido la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM) y otras entidades medioambientalistas, que han dado vía libre a la obra?
Señor presidente Santos: la ley es para todos y no hay que responder que los que protestan no son del lugar, o que son guerrilleros, porque ellos son colombianos y tienen derecho a pedir explicaciones y defender el territorio, la diversidad, el río Magdalena y sobre todo el derecho al medio ambiente sano.
El colega Bladimir Sánchez, que grabó el vídeo sobre el desalojo de los pescadores que se oponían a El Quimbo, es ahora amenazado de muerte por haber publicado las denuncias sobre atropellos.
Hay cosas que se deben aclarar, como la golpiza a los campesinos, los vertimientos de aceite al río, los orígenes de la licencia ambiental y la declaratoria de otras 35.000 hectáreas de utilidad pública, para que la empresa las pague a precio de huevo a los campesinos y después veremos quienes son los beneficiados con esos terrenos.
Considero que al campesino se les debe pagar al precio comercial y no al de utilidad pública y, además, se les debe dar un porcentaje como socios futuros de la empresa generadora de energía. Lo demás es darle unas chichiguas para que tomen trago y acaben con su escaso patrimonio.