Entre 1920 y 1930, finalizada la primera guerra mundial, hasta el jueves negro y la gran depresión, se vivió época de euforia, de transformaciones. Fue la década del otorgamiento del premio nobel a Alfred Einstein, Joyce logró editar Ulises, nacieron las compras a crédito, hubo avances en las comunicaciones, los aviones surcaron, la radio sonó, se trató de la “belle époque,” la edad bonita. Rememoro que en medio de la ley seca, de la prohibición del consumo de alcohol en los Estados Unidos, Al Capone, el cara cortada, se convirtió en figura del crimen.
El jazz, desarrollado en burdeles, adquirió la categoría de música comercial, el Gran Gatsby, turbio magnate, congregaba a un grupo de la alta sociedad en sus fiestas, la cultura de masas se globalizó, los dadaístas celebraron en Berlín la Primera Feria Internacional del movimiento, el público ingresaba a ella a través de unos baños donde una chica vestida de primera comunión recitaba poemas obscenos, las mujeres aseguraron el derecho al voto, acortaron las faldas, se lanzó el perfume Chanel No 5, Rodolfo Valentino rodó la película El Cid, el invento de la insulina alargó la vida de los diabéticos, Fleming ensayó la penicilina, el Ku-Klux-Kan golpeó, surgió la revista Time, la bailarina de color Jhosephine Baker, tímida, alegre, exótica y exuberante, causó sensación en Paris, las mujeres la imitaban alisándose el pelo y untándose aceite, impresionante la danza del banano, ella casi desnuda cubierta apenas con unos pequeñísimos plátanos entusiasmaba. Tuvo éxito la campaña publicitaria para promocionar el enjuague bucal con listerine, remedio para el mal aliento, “a menudo dama de compañía pero nunca novia,” los carros se fabricaron en línea, Charles Lindbergh cruzó el Atlántico y Mickey Mousse, comenzó a existir.
Muchas cosas sucedieron en los “años locos”: el comunismo, el fascismo y el nazismo emergieron, imposible incluirlas todas, menciono el charlestón, variedad de foxtrot, el tango, a Carlos Gardel; a la actriz May West, la rubia de las frases sarcásticas, “cuando soy buena, soy muy buena, pero cuando soy mala mejor,” “errar es humano pero se siente divino,” “¿Llevas una pistola en el bolsillo o es que te alegras de verme?,” “el sexo es como una partida de póker: si no tienes una buena pareja, más vale que tengas una buena mano” “Ya no hay caballeros, si un hombre te abre la puerta, o es la de su dormitorio o se trata del portero.”
Hace cien años en Colombia la política enfrentaba a conservadores y liberales, el presidente, don Marco Fidel Suárez no salía de su habitación por miedo a contraer la epidemia de gripa, llegaron innovación, literatura, teatro y arte. Debiera escribir sobre el año de la rata que empezó en China, prefiero celebrar la edad bonita. Espero que el decenio 2020-2030 sea positivo.