Hace 65 años, desde el 10 de mayo de 1957 hasta el 7 de agosto de 1958, Colombia conoció el régimen de la bota militar, pero, cumpliendo su promesa de buscar el retorno del país a su vocación civilista y constitucional, siguiendo un plan de acción de catorce puntos, desarrollaron un régimen de transición hacia el sistema del Frente Nacional.

Los presidentes, porque poseían tal condición, fueron conocidos peyorativamente como “Los Quíntuples”, estando integrada por el ministro de guerra, general Gabriel París Gordillo; el ministro de Obras Públicas, contralmirante Rubén Piedrahita Arango; el comandante del Ejército, brigadier general Rafael Navas Pardo; el director general de la Policía, brigadier general Deogracias Fonseca Espinosa y, el director de inteligencia y servicio secreto, brigadier general Luis Ernesto Ordóñez Castillo. El secretario de la Junta era el brigadier general Juan B. Córdoba.

Se consideró un acierto de la Junta Militar el levantamiento de la censura a la prensa y la creación del Servicio Nacional de Aprendizaje, SENA.

El general Gabriel París Gordillo, al asumir la presidencia de la Junta Militar, expresó lo siguiente el 10 de mayo de 1957:

“La Junta Militar, fiel a las declaraciones del presidente Rojas Pinilla, cuya admirable actitud alaba, exalta y reconoce como una prenda de excepcional patriotismo y desinterés, promete bajo su palabra de honor llamar a elecciones populares en el próximo año, a fin de que el futuro presidente de la República sea elegido por voto popular y en la forma que lo establecen la Constitución y las leyes”.

Un episodio que opacó la actividad de la Quintupleta, es que el viernes 2 de mayo de 1958 en horas de la madrugada, el comandante del Batallón de Policía Militar, coronel Hernando Forero Gómez, aprehendió a cuatro de los cinco integrantes de la Junta Militar (el contralmirante Piedrahita se dice se salvó pues estaba en el negocio de entretenimiento para adultos de “La Tarazona”), al comandante del Ejército, al candidato presidencial Alberto Lleras Camargo y al secretario de la Junta, brigadier general Juan B. Córdoba, en nombre de un supuesto movimiento denominado “Movimiento de Reivindicación del Honor de las Fuerzas Armadas y de las conquistas para el pueblo logradas por el general Rojas Pinilla”, con el apoyo del futuro general Álvaro Valencia Tovar, quien recuperó las emisoras que transmitían noticias acerca del éxito de la jornada. El coronel Forero Gómez terminó asilado en la Embajada de El Salvador, después de exonerar de toda responsabilidad a los oficiales y soldados que lo acompañaron en la rebelión, para evitarles el Consejo de Guerra.

La Junta Militar de Gobierno, convocó para el 1° de diciembre de 1957 a los varones y mujeres colombianos mayores de 21 años a un “Plebiscito Nacional”, que obtuvo 4.169.294 votos afirmativos y mediante el cual se implantaron algunas reformas constitucionales, entre ellas, el voto femenino; la inversión de por lo menos un 10% del presupuesto nacional en educación; la paridad en los puestos oficiales y la prohibición a los empleados públicos intervenir en política.