En hora buena se han empezado a crear las Secretarías de Seguridad en varios municipios del país. Es un recurso del que hemos venido hablando a través de los años, buscando colocar en prioridad especial la atención a esta problemática tan sentida para la ciudadanía en general. Algunas municipalidades como Bogotá, nos escucharon abordando el tema con decisión, dándole vida jurídica desde la administración pasada, motivación que utilizaron varios candidatos en las campañas anteriores, manifestando la intención de dar paso a estas secretarias durante sus gobiernos.
Anteriormente la responsabilidad guardar el orden público residía en cabeza del alcalde, quien delegaba esta función en la secretaria de gobierno, quedando el tema un poco a la deriva ya que este funcionario no podía dar prioridad al asunto de la seguridad, por atender aspectos relacionados con la administración en diferentes sentidos. De manera que ahora, para satisfacción ciudadana, el propósito de la seguridad queda en manos de una nueva secretaría, que debe responder ante el alcalde por todo lo relacionado con seguridad en la jurisdicción, esto claro está, sin relevar al burgomaestre de sus responsabilidades como jefe de policía, pues constitucionalmente es una función indelegable. Lo que entrega el jefe de la administración es el manejo y gerencia de los recursos y programas destinados a este fin.
Es bueno hacer claridad sobre los vericuetos de este asunto, porque las secretarías en sus funciones deben contemplar que el secretario no es jefe ni comandante de la policía, pues se trata de un administrador dedicado por completo al desarrollo de planes, programas y coordinación de campañas, que en la lucha por la defensa de la vida, honra y bienes de las personas residentes en la municipalidad, desarrolla la Policía Nacional.
Indudablemente el secretario de seguridad no puede ser una persona ajena a la problemática, por el contrario es un aliado en la lucha, empapado del accionar institucional, sus capacidades operativas y necesidad logísticas, puesto que debe responder ante el concejo de la municipalidad por los resultados, estadísticas y compromisos de la administración; es el sustento y motor de los planes y campañas necesarias para concientizar la ciudadanía de su compromiso con la propia seguridad en los diferentes entornos del vivir comunitario. Así, es el administrador del recurso y a la vez auditor del correcto uso de los equipos puestos al servicio de las fuerzas y demás entidades que acompañan en la misión. También debe velar por una coordinación profesional y permanente entre fuerzas y autoridades de apoyo.
En fin, la urgencia y clamor por una pronta seguridad que deben atender las fuerzas del orden, hoy están respaldas en el empuje y ánimo de los secretarios de seguridad. Y todo lo anterior, sin olvidar una pronta y efectiva justicia. ¡Éxitos señores secretarios!