MARÍA ANDREA NIETO ROMERO | El Nuevo Siglo
Lunes, 13 de Febrero de 2012

 

¡No es alcahuetería!

En su artículo del día de ayer domingo, María Isabel Rueda afirma que las feministas de este país le estamos alcahueteando a la fiscal Vivianne Morales la permanencia en la Fiscalía a pesar de un conflicto de intereses debido a su unión matrimonial.

Y le respondo a María Isabel con quien difiero en muchas de sus concepciones y lamento su profunda ignorancia en torno de las causas de la política con perspectiva de género.

En cuántas columnas durante el gobierno de Álvaro Uribe usted, por ejemplo, cuestionó o se lamentó, de que uno de los principales asesores del entonces mandatario haya sido el primo hermano de Pablo Escobar Gaviria. Cuántas veces pudo usted ensañarse en contra de las actuaciones de Uribe por cuenta de esa filosofía que el señor José Obdulio creó en el Palacio de Nariño para justificar las políticas de Estado que hoy día, la fiscal Morales, está persiguiendo. Y me refiero a las chuzadas, las falsas desmovilizaciones, la persecución a magistrados y una larga lista escalofriante de hechos.

¿Qué ha hecho hasta ahora mal la Fiscal? ¿Tener de esposo a Carlos Alonso Lucio? Porque a diferencia de María del Pilar Hurtado y el excomisionado Luis Carlos Restrepo, Lucio está en el país y a diferencia de los otros dos prófugos.

Me gustaría saber, siguiendo su lógica, María Isabel, quién y quiénes han sido sus compañeros sentimentales o quién, por ejemplo,  fue su papá y cuál era su filiación política. Así podríamos muchas de las feministas de este país entender por qué se ensaña tanto en contra del género femenino. ¿Tan mal le ha ido de mujer?

Es que hasta en contra de Shakira le brotan comentarios medio regulares, teniendo un claro sesgo hacia Juanes como alguna vez en una entrevista en la revista Credencial manifestó.

Usted es abiertamente antifeminista y por eso su postura patriarcalista y paternalista. Usted cree que la Fiscal no tiene cabeza propia y que en la cama por las noches Lucio la “influencia”. Nada más grotesco en términos de perspectiva de género y del neofeminismo que tener esa concepción de “menores de edad” de mujeres hechas y derechas, estudiadas, profesionalmente capaces, como lo es el caso de la Fiscal. Para su información esa cultura machista sí reinó y reina en la actualidad por desgracia todavía, pero también y en eso consistió la liberación de las mujeres, en apropiarse de sus cuerpos, sus mentes y sus vidas y dejar de “pertenecerles” a los hombres que las acompañaban. No es cuestión de alcahuetería, es cuestión de dignidad como seres humanos, como mujeres.