El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha confirmado este martes un principio de acuerdo de alto el fuego para el cese de las hostilidades entre el Ejército israelí y el partido-milicia chií libanés Hezbolá, que desde hace más de un año intercambian ataques de un lado y otro de la frontera en el marco de la guerra en Oriente Próximo.
Así lo ha confirmado el mandatario israelí en un discurso a la nación, poniendo punto y final a las especulaciones de los últimos días en torno a un posible acuerdo. Antes, Netanyahu había reunido su gabinete de seguridad, y algunos de sus ministros más destacados habían mantenido conversaciones al más alto nivel sobre este mismo asunto.
Una tregua en Líbano permitirá a Israel "centrarse en la amenaza iraní", continuó el dirigente, tras reunirse con los ministros que integran el gabinete de seguridad del país.
El primer ministro libanés, Nayib Mikati, instó a la comunidad internacional a "actuar rápidamente" para "aplicar de inmediato" el alto el fuego, tras un día de violentos bombardeos israelíes en Beirut, la capital.
El mandatario deberá convencer a sus aliados de extrema derecha. Su ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, consideró el lunes que un cese el fuego sería un "gran error".
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, había dicho poco antes que un cese el fuego entre Israel y Hezbolá debía ayudar a poner fin al conflicto en Gaza, desencadenado por el ataque de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023.
Los ataques del Ejército israelí contra territorio libanés dejan hasta la fecha más de 3.700 muertos y unos 15.700 heridos, según el último balance del Ministerio de Salud Pública de Líbano. Entre los fallecidos se encuentra parte de la cúpula de Hezbolá, incluido el que durante décadas fuera líder de la organización islamista, Hasán Nasralá.
El repunte de las hostilidades en Beirut y el sur de Líbano se enmarca en los enfrentamientos iniciados hace más de un año después de que Hezbolá atacara Israel un día después de la ofensiva del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
El Ejército israelí desató el 1 de octubre una nueva invasión de Líbano tras varias semanas de intensos bombardeos y ataques contra el país, incluida la explosión coordinada de miles de 'buscas' y 'walkie-talkies' vinculados a Hezbolá.