Durante este martes, cerca dos mil indígenas Embera provenientes del departamento de Risaralda, se asentaron con carpas en la Agencia Nacional de Tierras (ANT), para exigir al Gobierno el cumplimiento de acuerdos hechos, además de garantías para mejorar su calidad de vida.
"Necesitamos reunirnos con Petro y que Petro convoque a sus distintos ministros, queremos plasmar algo serio, algo que sea contundente y serio, porque no queremos seguir viviendo de las mentiras que algunos funcionarios nos han dado y nos han ofrecido", indicó Marco Fidel Wasarabé, alto consejero de la comunidad.
Dentro de los reclamos que hacen los líderes comunitarios se ha destacado la importancia sobre la entrega de tierras, educación y salud por parte del Gobierno a los indígenas de Chocó y Risaralda, quienes han asegurado que más de 30 niños Embera han muerto durante 2024 por desnutrición.
"No queremos tener más muertes de niños indígenas en el departamento de Risaralda, queremos, para cubrir las necesidades de estos niños, tierra, educación, salud y proyectos productivos para el territorio", afirmó Wasarabé.
Según lo señalado por el alto consejero de la comunidad, se quedarán el tiempo que sea necesario en la capital hasta poder resolver todas sus exigencias con el Gobierno Nacional.
Mesa de diálogo con el director de la Agencia Nacional de Tierras
Según Juan Felipe Harman, director de la Agencia Nacional de Tierras, durante la mañana de este martes se llevó a cabo una mesa de diálogo con la comunidad Embera de Risaralda, para poder establecer acuerdos con los indígenas sobre los territorios.
"En el marco de la conversación con la comunidad Embera de Risaralda, hemos llegado a unos compromisos claros y concretos. Hoy se va a instalar una mesa de negociación. Ellos han pedido la participación de distintos ministerios y actores del Gobierno Nacional para llegar a acuerdos asociados con sus territorios", indicó Harman.
Así mismo, señaló que se estableció la posibilidad de una mesa para mantener un acuerdo transitorio, de convivencia, de tranquilidad y armonía, para establecer parámetros para mantener la normalidad en la capital, mientras se desarrollan los diálogos.