MARÍA CLARA OSPINA | El Nuevo Siglo
Martes, 29 de Enero de 2013

Los estadounidenses de origen latinoamericano han finalmente encontrado su nicho en la escala del poder político, social y cultural de su país. La mayor prueba de ello fue la capacidad decisoria de su voto en la reelección de Barack Obama para una segunda presidencia y la importancia que les fue dada en la ceremonia de posesión del Presidente, el 21 de enero.

Allí en un momento histórico en la vida política de los Estados Unidos y ante los ojos del mundo entero, tres personas de origen hispano tuvieron gran preponderancia.

La Juezde la Corte Suprema de Justicia, Sonia Sotomayor, de origen portorriqueño, tomó el juramento del vicepresidente Joe Biden. El poeta, Richard Blanco, quien se describe a sí mismo como “fabricado en Cuba, ensamblado en España y exportado a los Estados Unidos” fue encargado por el presidente Obama de componer un poema para su Inauguración Presidencial y leerlo ante los cerca de un millón de asistentes. Y el reverendo Luis León, nacido en Cuba, hizo la invocación tradicional en el gran evento.

Pero estos honores no serán suficientes para los hispanos quienes ahora han comprendido el poder de su voto y sin lugar a dudas lo harán valer para obtener aquello por lo que han luchado por años, una reforma migratoria justa, un trato realmente igualitario, una participación significativa en el poder y el reconocimiento de su importancia en la nueva composición del pueblo norteamericano.

El Presidente no podrá demorar en hacer efectivas sus promesas. Los jóvenes “soñadores” esperan una rápida solución a su situación. Ellos desean continuar sus estudios en los Estados Unidos y aspirar a tener la oportunidad de ser residentes y después de unos años acceder a la ciudadanía. También debe Obama resolver qué pasará en la frontera mexicana, ¿se continuará construyendo el infame muro? ¿Se reglamentará de una manera más humana a los recogedores de cosechas migratorios? ¿Se continuará permitiendo requisas sin causa diferente a tener apariencia latina?

Ojo señores, el voto hispano no pertenece a nadie y les puedo asegurar que no hay un solo hispano que no esté pendiente de que se cumplan las promesas hechas.

En esta oportunidad el voto hispano fue mayormente del Partido Demócrata (71%) pero nada garantiza que sea así la próxima vez. Los republicanos deberán tener esto en cuenta y encontrar un camino para obtener el favor de los hispanos si quieren tener la Presidencia dentro de cuatro años.

La importancia que este grupo ha adquirido en E.U. es un hecho y no solo en lo político. Su influencia ha permeado absolutamente todos los espacios del país, de tal manera que su sabor, acento y costumbres se ven ahora reflejadas en el diario vivir de los norteamericanos.

Creo que es tiempo de pensar en una latina o en un latino como Presidente de Estados Unidos en un futuro no muy lejano, quizá dentro de cuatro años.