María Clara Ospina | El Nuevo Siglo
Miércoles, 27 de Mayo de 2015

HILANDO FINO

El cine colombiano

EN  1925 se filmó en Medellín: Bajo el cielo antioqueño; la primera película totalmente colombiana. En ella se puede ver por unos segundos a mi madre, Bertha Hernández, de solo 17 años, bailando tango, algo que le fascinaba y hacia bellamente. Fue de ella de quien aprendí el gusto por el cine y desde pequeña he seguido su desarrollo en Colombia. Naturalmente, no son pocas las emociones buenas y  malas malas que dicho pasatiempo me ha deparado.

Entre las buenas atesoro: La estrategia del caracol,  dirigida por Sergio Cabrera en 1993, película que repetí varias veces y recomiendo ver a quien no lo haya hecho.

Poco a poco nuestro cine ha llegado a su madurez. Algunas películas de las últimas décadas merecen ser recordadas: La vendedora de rosas (1998), o aquella memorable banda de niños de Los colores de la montaña (2011), las cuales  realmente nos conmovieron. La virgen de los sicarios (2000) y Rosario Tijeras (2005) nos dejaron una gran desazón y  Los viajes del viento (2009) y Cazando luciérnagas (2013) cuya sensibilidad nos cautivó.

En el 2004 se estrenó: María, llena eres de gracia, que traspasó las fronteras y le dio a su protagonista, Catalina Sandino Moreno, el premio como mejor actriz en el Festival de Cine de Berlín y la primera nominación de una colombiana al Premio Oscar, de la Academia de Cine estadounidense.

Han pasado once años desde ese momento y nuestro cine se ha enriquecido con talento y experiencia. Este año Colombia fue el país con más nominaciones en el Festival de Cine de Cannes, Francia. Por encima de otros países de gran trayectoria cinematográfica. Esto es un hito que no podemos ignorar y es quizá la solidificación de una industria que puede traernos muchos éxitos además de empleos bien remunerados y dólares.

En Cannes se presentaron, en diferentes categorías: Alias María, El abrazo de la serpienteEl concursantey La tierra y la sombra, dirigida por César Acevedo; que se llevó el premio a la película revelación, el SACD y Le Grand Rail d’or.

Los temas de estas películas son variados. Lo que nos puede indicar que ya se rompió la inclinación de los últimos años a producir películas sobre los narcos y la violencia.

También cabe destacar que la película: Gente de bien (2014), dirigida por Franco Loli y actuada en su totalidad por talento nacional, luego de haber participado en más de 60 festivales del mundo,  está cosechando éxitos taquilleros en Europa. Ya ha pasado los 40.000 espectadores en Francia y próximamente abrirá en Inglaterra, Bélgica, Suiza, Holanda.

Estos recientes éxitos significan que nuestro cine se ha convertido en producto de exportación. Al igual que nuestras  telenovelas por las que ya somos reconocidos en todo el mundo, para bien o para mal.

Ahora nuestra idiosincrasia, nuestras historias, paisajes y acentos serán identificados con facilidad alrededor del mundo, gracias al cine. Bien por el talento colombiano; por los directores, escritores, guionistas y actores, por todos  los equipos que nos han llevado a este éxito.

Ha sido un largo camino desde El cielo antioqueño de 1925. Hoy, el cine colombiano es algo para sentirnos orgullosos.