Doce personas murieron el fin de semana en una zona rural del oeste de Colombia a causa de disputas internas entre rebeldes disidentes de las FARC sobre las rentas del narcotráfico, informaron este martes las autoridades.
"Siete hombres y cinco mujeres fallecieron en estos hechos", de los cuales ocho pertenecían al Frente Jaime Martínez del Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de las Farc, que rechazó el acuerdo de paz de 2016, indicó el ministro de Defensa, Iván Velásquez, tras un consejo de seguridad en la zona.
Según residentes, los hechos ocurrieron la noche del domingo en el municipio de López de Micay, Cauca, una región considerada corredor del narcotráfico con fuerte presencia del EMC y de otras guerrillas como el Eln.
Videos sin verificar que circulan en redes sociales muestran a varias personas con disparos en la cabeza tendidas en el suelo en una casa de madera.
"Se trata de una pugna interna (...). Se conoce presuntamente de unos desacuerdos en temas del manejo del narcotráfico", explicó el comandante de las Fuerzas Militares, almirante Francisco Cubides.
El cabecilla "alias Pablo Villa ordenó asesinar a unos de sus hombres que estaban acercándose a negociar cocaína con el ELN (Ejército de Liberación Nacional)", precisó el militar.
De acuerdo con las autoridades, las víctimas estaban vestidas de civil y desarmada.
Carlos Potes, personero encargado de velar por los derechos humanos en Buenaventura, advirtió en Blu Radio de "restricciones para que la fuerza pública ingrese al lugar", ubicado en una zona de difícil acceso al margen del río Naya
La ONG Comisión Intereclesial de Justicia y Paz alertó que tras el recrudecimiento de la violencia en la zona "no queda otra opción que el desplazamiento masivo" para las 74 comunidades negras de la región.
El Frente Jaime Martínez está bajo el mando de alias Iván Mordisco, quien se apartó del proceso de paz con el gobierno de Gustavo Petro a mediados de abril argumentando incumplimientos.
Según la inteligencia militar, Mordisco comanda aproximadamente a la mitad de los 3.500 rebeldes que integran el EMC. Los demás siguen participando en los diálogos de paz con el gobierno.
Petro enfrenta críticas de la oposición, que denuncia un deterioro en la seguridad pública a raíz de la decisión del mandatario de pactar treguas e iniciar negociaciones con varios grupos armados.