María Clara Ospina | El Nuevo Siglo
Miércoles, 5 de Noviembre de 2014

Lambonería o absurdo

La placa colocada en el Castillo de San Felipe por el Príncipe Carlos y el alcalde de Cartagena, Dionisio Vélez, el 31 de octubre, es tan absurda que resulta un exabrupto de ignorancia histórica, o de lambonería hacia los ingleses. Quizá, todo lo que pretendían el alcalde y sus colaboradores, era una oportunidad de fotografiarse con su Alteza Real sin tener en cuenta el ‘oso’ a que sometían a la orgullosa y valiente Cartagena y a su pasado histórico.

La mencionada placa lee así: “En memoria del valor y sufrimiento de todos los que murieron en combate intentando tomar la ciudad y el fuerte de San Felipe bajo el mando del almirante Edward Vernon en Cartagena de Indias en 1741. Presentado por la Corporación Centro Histórico de Cartagena de Indias”.

Increíblemente, los señores de dicha Corporación han pretendido con esta vergonzosa placa honrar a quienes intentaron tomarse a Cartagena y apoderarse de todos sus tesoros, cercándola y sometiéndola al bombardeo más horrendo, al hambre, la enfermedad y el terror por más de dos meses, a nombre de Jorge II, rey de Inglaterra.

Algo así como si los estadounidenses pusieran una placa en Pearl Harbor honrando a los pilotos japoneses que pretendieron hundir la flota americana el 7 de diciembre de 1941.

Se honra en esta nueva placa a Edward Vernon, comandante jefe de las fuerzas navales británicas en las Indias Occidentales, quien,  el 13 de marzo de 1741, al mando de 23 mil hombres y 186 navíos, atacó a Cartagena con la intención de saquear y destruir el puerto más importante del Virreinato de la Nueva Granada.

Era tal la arrogancia de Vernon que, aun antes de entrar en combate, conocedor de su total superioridad en hombres y navíos, envió a su rey una misiva anunciando la victoria. No contaba Vernon con la astucia, valentía y resistencia del almirante español, Don Blas de Lezo, llamado Mediohombre, por haber perdido en batallas un ojo, una pierna y tener un brazo paralizado, y sus 3 mil hombres, entre españoles, criollos, esclavos e indios del interior. Contaba solo con 6 navíos, la mayoría de los cuales hundió en la bahía para obstaculizar la entrada de la armada británica.

En Cartagena los británicos perdieron 50 navíos y 11 mil hombres, convirtiendo esta batalla en la más humillante derrota de su historia naval. Vernon enfurecido solo atinó a decir “God damn you, Lezo!” (“¡Que Dios te maldiga, Lezo!”).

 Aun a pesar de su estruendosa derrota, existe en la Abadía de Westminster, en Londres, un monumento a Vernon donde dice; "(...) y en Cartagena conquistó hasta donde la fuerza naval pudo llevar la victoria". Qué vergonzosa mentira.

Verdaderamente, quienes ordenaron esta nueva placa deben, a costo propio, retirarla inmediatamente del Castillo de San Felipe y devolver el dinero de su precio. Esa placa es una ofensa contra el honor y la historia de Cartagena, contra nuestra historia.

Peor aún, que se trate de justificarla diciendo que con esta placa se pretende atraer, turistas y cruceros ingleses. ¿Acaso vamos a feriar nuestra honra por unas libras esterlinas? ¡Fuera esa placa, la historia ni se compra ni se vende!