Falta cabeza fría
SI hay algo cierto en Colombia es que a un columnista nunca le falta tema de primera para comentar. Por estos días, el central es la anulación por parte del Consejo de Estado de la elección de Viviane Morales como Fiscal General de la Nación y la irrevocable renuncia de ésta al cargo.
Por donde se lea, este es un fallo que sentará precedente, hará historia, llenará páginas enteras de conjeturas, pisará callos a diestra y siniestra y derrumbará el ego de unos e inflará el de otros.
Para los laicos, aquellos que no estamos ungidos con la sabiduría de un título en Derecho, todo este meollo es un poco confuso de entender, más cuando cada “genio” en la materia da un concepto diferente sobre el tema.
Pero hay algunos puntos muy claros. Por ejemplo: la Corte Suprema sostuvo en interinidad la posición de Fiscal General desde agosto de 2009 hasta diciembre de 2010, año y 4 meses, al negarse a seleccionar a alguno de las ternas, tres en total, enviadas por el presidente de ese momento Álvaro Uribe.
Que había una seria animosidad entre el presidente Uribe y la Corte Suprema, nadie lo niega; el hecho de que no se eligiera Fiscal hasta el cambio de Gobierno, confirma lo anterior.
Que este hecho dejó un feo tufillo de interferencia de la Corte en política, también es cierto. Lastimoso asunto y muy perjudicial en un país como el nuestro, abrumado con tantos problemas que requieren una sensata colaboración entre los tres Poderes.
Hoy comprobamos que hubo premura de la Corte en nombrar Fiscal una vez terminado el Gobierno de Uribe y presentada una nueva terna por el Gobierno de Santos. Esa premura la llevó a no medir sus actos con la cabeza fría e imparcialidad que se espera de ella.
Lo cierto es que sus actos dejan hoy a la Fiscalía otra vez vacante, en momentos donde hay casos de suma importancia que deben resolverse sin demora. ¡Malo, malo!
Una vez conocida la anulación, Viviane Morales resolvió renunciar y lo hizo lanza en ristre: “El poder de mis contrincantes y la perversidad de sus aliados en algunos medios de comunicación exigen un Fiscal en ejercicio pleno de sus actividades”. Dejó así planteados cuestionamientos velados que sería mejor que aclarara y probara ciertos, si lo son. Si la saliente Fiscal General acusa, debe presentar pruebas.
Cabeza fría es lo que necesitarán Santos y la Corte Suprema para nombrar en el menor tiempo nuevo Fiscal General. ¡Es hastiante tanta politiquería en las Cortes! Todos estos embrollos sólo traen pésimas consecuencias al Gobierno, las Cortes y la Nación.