María Clara Ospina | El Nuevo Siglo
Miércoles, 27 de Enero de 2016

HILANDO FINO

Richard Schultes

El Abrazo de la Serpiente se merece con creces su éxito”

 

La película “El Abrazo de la Serpiente”, nominada al Oscar como mejor película extranjera, ha puesto en los reflectores internacionales no solo a la Amazonia colombiana y a los pueblos perdidos de la cuenca del gran río, y sus afluentes, sino también al doctor Richard Evans Schultes, (Boston, 1915-2001), uno de los biólogos estadounidenses más interesantes del siglo XX.

 

Schultes, un enamorado de Colombia y uno de los dos científicos destacados en esta película, dedicó gran parte de su vida al estudio de las propiedades farmacológicasde hongos y plantas, con propiedades enteogénicaso alucinógenas,de uso común, ritual y de sanación, entre las tribus del alto Amazonas, en especial en la amazonia colombiana. Muchos consideran al doctor Schultes como el fundador de la etnobotánica: “ciencia que estudia las relaciones entre los grupos humanosy su entorno vegetal, es decir el uso y aprovechamiento de las plantas en los diferentes espacios culturales y en el tiempo”.

 

Vino a la amazonia colombiana por primera vez durante la II Guerra Mundial con el propósito de encontrar alternativas al caucho producido en Malasia, para el gobierno de Estados Unidos. Los grandes cultivos del sur-este asiático estaban en manos de los japoneses invasores y el caucho era necesario para la producción de neumáticos y otros productos indispensables para la guerra.

 

Siendo niña conocí al doctor Schultes en casa de mi hermano Mariano. Él  había conocido al científico en sus constantes visitas al Herbario de la Universidad de Harvard, siendo estudiante de MIT. Schultes, quien era por esos años director del Herbario, se entusiasmó con el conocimiento sobre orquídeas que tenía el estudiante, y con el tiempo se convirtió en su mentor y amigo. Mariano tuvo así la oportunidad de acompañarlo en algunos de sus viajes amazónicos y compartir muchos de sus descubrimientos.

 

Schultes gustaba contar anécdotas de sus experiencias. Recuerdo aquella de la primera vez que se mandó a embolar en Bogotá: el embolador muy amable le dijo: “siéntese doctor”. Sorprendido el norteamericano respondió, “¿cómo sabes que soy doctor?”. A lo que el embolador, sin perder su amabilidad, le respondió: “aquí a cualquier hp se le dice doctor”.

 

El expresidente Belisario Betancur sumó la Cruz de Boyacá a los múltiples reconocimientos que recibió este hombre excepcional a través de su vida.  

 

“El Abrazo de la Serpiente”nos da una magnetizaste y dolorosa imagen de la riqueza humana y biológica destruida durante la brutal colonización del Amazonas. La historia se desarrolla en dos tiempos diferentes, 1909 y 1940, presentados de forma paralela, pero unidos por la presencia y sabiduría de Karamakate, chaman amazónico, último sobreviviente de la tribu  de los cohiuanos.

 

Está basada, parcialmente, en los diarios dejados por dos científicos, Schultes y el humanista alemán Theodor Koch-Grünberg, quienes pretendieron encontrar layakruna, planta con poderosos poderes curativos. Cada toma nos lleva a un viaje íntimo y realista por una selva de ríos, maraña y sentimientos. Las palabras del chaman nos  recalcan cómo  el “hombre blanco”,  apegado a lo material, perdió la capacidad de soñar y, con su voracidad sin restricción, se convirtió en destructor de la naturaleza.

 

Esta, la tercera película del director colombiano Ciro Guerra, se merece con creces su éxito. Un triunfo para los sentidos. Gran actuación y dirección. Trabajo bien hecho ¡Felicitaciones a todo el equipo!