MARTA LUCÍA RAMÍREZ | El Nuevo Siglo
Domingo, 27 de Enero de 2013

A la presidencia

 

Epígrafe

“La democracia no es el silencio, es la claridad con que se exponen los problemas y la existencia de medios para resolverlos”.

Enrique Múgica Herzog

 

En momentos de dificultades, de enfrentamientos internos, de incertidumbres en el futuro, de desigualdad entre los hijos de una misma nación, el corazón, la capacidad y la mano tendida de una mujer, es lo más recomendable para tomar las riendas del  país.

Considero que en Colombia hay madurez política y las mujeres que han llegado a los diferentes cargos de elección popular o de la administración pública o privada, han demostrado sus capacidades y sentido humanitario para manejar los asuntos a su cargo.

El liderazgo femenino es eficaz, oportuno y necesario para el país. Por eso celebro, la postulación de Marta Lucía Ramírez para ser candidata del Partido Conservador a la Presidencia de la República. Claro que no alcanzó a enviar la carta de intención al presidente del Directorio Nacional, senador Efraín Cepeda, cuando le llovieron rayos y centellas de unos congresistas machistas, porque en su propuesta, propone alianzas estratégicas desde su propio Partido.

Esas coaliciones se han dado en todos los gobiernos como en el de Andrés Pastrana, Belisario Betancur, Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos y ahora como lo propone Marta Lucia es objeto de rechazo.

Si el Partido Conservador tiene la fortaleza de llegar solo al poder, pues bienvenida esa posibilidad, pero tratar de tapar el sol con las manos, da ceguera política.

Marta Lucia, exministra de Estado, catedrática, con experiencia, capacidad política, manejo financiero, está dispuesta como ella lo afirma a trabajar “en búsqueda de la superioridad ética de la política y la eficiencia, transparencia y eficacia en el funcionamiento del Estado”.

La posibilidad de ejercer el poder por parte de las mujeres se acrecienta por el camino que han abierto Merkel, Thatcher, Gro Harlem, Bachelet, Clinton quienes  con independencia de su signo político, ocuparon el poder con toque femenino, demostrando que  las mujeres cuando quieren, pueden.

Las mujeres sabemos luchar, tenemos un gran sentido social, andamos sin  odios y sin apasionamientos sectarios y con un gran deseo de aportar nuestras capacidades en la consolidación de nuestro país.

 

Nota

Destacamos la elección de la magistrada Ruth Marina Díaz Rueda como presidenta de la  Corte Suprema de Justicia. Catedrática, oriunda de Santander, abogada especialista en Derecho de Familia, en Derecho Procesal y Derecho Administrativo, Derecho Comercial  y Derecho Mercantil. Éxitos en su difícil labor.

lorenarubianof@gmail.com