¿Amnistía militar?
Hacia 1948 Gaitán defendió a un oficial del Ejército que había matado a un civil. Adujo que el soldado se vio obligado a defender así el honor militar. Gaitán ganó el caso y aumentó su prestigio.
Que ese fallo nos parezca hoy dudoso, que implique dar derecho de vida o muerte a un oficial sobre civiles desarmados, no impidió los efectos políticos que todo acto jurídico tiene.
Así ha ocurrido a través de la historia. Los ingleses de la India cometieron una masacre contra hindúes indefensos. Usaron metralletas de repetición contra miles de gentes incluyendo mujeres y niños seguidores de Mahatma Gandhi. La comisión investigadora condenó al general. Pero la Cámara de los Lores lo absolvió. El efecto político neto fue la separación final de la India del imperio inglés y el principio de su declive.
Aquí en Colombia al Ministerio de Guerra lo llamamos de “Defensa”. Cuando lo cierto es que no hay sino guerra interna desde la época de Gaitán. Es una guerra en la que los muertos de ambas partes son colombianos. Aunque algunos prefieran negarles esa nacionalidad abundando epítetos. Epítetos que, aun válidos, no impiden notar que son colombianos, vale decir que Colombia es el único país de las tres Américas que mantiene una guerra civil larvada desde hace medio siglo.
Los subversores del orden jurídico, los que no creen en la administración de justicia, son patriotas, así sean guerrilleros, paramilitares y delincuentes. Más aún el núcleo del uribismo, por ejemplo, es patriota pero no cree en la administración de justicia y cree que lo que se haga contra los jueces es provechoso y bueno para la Nación. Son por supuesto subversivos. Pretenden que el actual Presidente “haga algo” contra los jueces que investigan ostensibles crímenes de los funcionarios de la pasada Administración. Es decir, no respetan la autonomía de los poderes públicos, usan relaciones internacionales para asilar delincuentes en Panamá.
Procuran azuzar discordias con el Ejército elevando a confrontación política las investigaciones individuales contra miembros de la Fuerza Pública. Pretenden, como Gaitán, que un oficial patriota no tiene responsabilidad por la muerte de un compatriota, así se le compruebe con videos en varios juicios.
Cuando el M-19 recibió amnistía por sus crímenes en nexo con Pablo Escobar, se les ofreció formalmente a las Fuerzas Armadas ese mismo beneficio. Ellas rechazaron esa amnistía. Entonces al proseguir los procesos en casos como los del Palacio de Justicia el resultado será jurídicamente desigual. Por mucho que se considere injusto. Los ex guerrilleros se hacen funcionarios y los exmilitares implicados devienen reos.
Como Colombia, a diferencia de la India, no puede separarse de sí misma, se debe buscar una respuesta. ¿Será que el Ejército acepta una amnistía por pasados episodios? ¿O no será ya demasiado tarde con la vigencia de los acuerdos internacionales sobre los derechos humanos?