“Generan 81% del trabajo y su participación en PIB es del 45%”
Para nadie es un secreto que las pymes son uno de los pilares fundamentales de la economía colombiana, por dos razones fundamentales. La primera de ellas porque, como lo afirmó en días pasados el presidente de Confecámaras, las pequeñas y medianas empresas generan el 81% del empleo total en el país y su participación en el Producto Interno Bruto es cercana al 45%. Y, en segundo lugar, porque su estructura les ha permitido solventar con mayor suficiencia la desaceleración económica de los últimos años.
Sin embargo, a pesar del éxito que este sector del empresariado colombiano ha tenido, siguen preocupando los índices de “mortandad” que aún tienen las pymes, en la medida que de cada 10 empresas que se crean en Colombia, sólo 3 superan los 5 años de vida.
Aunado a lo anterior, la Gran Encuesta Pyme (GEP), realizada por Cifras y Conceptos y ANIF, advirtió dos grandes problemas para estas empresas: las dificultades para acceder al crédito del sistema financiero y la ausencia de una clara vocación exportadora e innovadora. Sin embargo, la GEP destacó una fuerte correlación entre el crecimiento de las pymes con el desempeño macroeconómico del país, lo que significa no sólo que la reactivación económica del país es posible, sino que esta se puede maximizar si se fortalece la innovación, el estímulo a las exportaciones, y si se consolida una política pública integral que procure la construcción de un andamiaje legal e institucional que propicie la creación de empresas competitivas, que fortalezcan la posición regional de Colombia y generen empleo.
Es por eso que desde el Ejecutivo y el Legislativo se debe trabajar de manera conjunta en la construcción de elementos encaminados a la construcción de una relación más amable entre el empresario y el Estado. Este está llamado a convertirse en aquel “socio” que impulsa, ayuda y motiva al empresario a salir adelante, dejando de ser aquella carga insufrible que debe soportar todo aquel que decide emprender, que hace insostenible la operación económica y que, al mismo tiempo, con la excesiva carga promueve la informalidad y la evasión en el país.
Para ello es necesario simplificar la forma en la se realizan los pagos por concepto de tributación, reducir la carga fiscal, facilitar las condiciones para acceder al crédito financiero, eliminar la excesiva tramitología para la creación de empresa y adoptar medidas que garanticen la liquidez de las pymes. Por ejemplo, establecer límites para realizar los pagos a las pymes, evitando que estas tengan que esperar hasta 180 días para recibir la contraprestación por los productos o servicios ofrecidos.
Así, el impulso y desarrollo de estas medidas no deben ser una bandera de un partido político en particular, ni tampoco debe ser una bandera del Gobierno. Por el contrario, el fortalecimiento económico debe ser una política de Estado en la que todos participemos activamente, y la diversificación económica que todos buscamos consolide el papel de Colombia en el mercado internacional, a través de la generación de empleo y la diversificación comercial. @SamuelHoyosM