Nos vemos en la calle | El Nuevo Siglo
Lunes, 24 de Abril de 2023

El escritor francés Pierre-Jopseph Prohudon afirmaba: “Cuanto más ignorante es el hombre, más obediente es y mayor y absoluta la confianza que pone en quien lo dirige”.

Como el pueblo no es ignorante, mejor que nos explique: ¿Por qué Petro acudió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para solicitar la adopción de medidas cautelares, cuando ejercía las funciones de Alcalde Mayor de Bogotá, alegando presuntas violaciones a sus derechos políticos, al derecho a la igualdad ante la ley y a la protección judicial?

Según la Carta Democrática de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, establece que en un Estado de Derecho: “son elementos esenciales de la democracia representativa, entre otros, el respeto a los derechos humanos y libertades fundamentales. Sus componentes: el respeto por los derechos sociales, la libertad de expresión y de prensa

¿Será que en su estado de amnesia borró de su mente el derecho a la igualdad ante la ley y protección judicial que también tiene el pueblo?

Vivir en una democracia significa que todos somos iguales ante la ley, que un presidente tiene la obligación constitucional de gobernar para todos sin distinción de color político, raza o religión.

Desafortunadamente, Gustavo Petro, con su combo del Pacto Histórico, está vulnerando los derechos sociales y libertad de expresión de los colombianos que no apoyaron su candidatura.

Sus deseos inquisidores para que se aprueben las reformas son tiránicos, así el pueblo no esté de acuerdo, invita a sus fanáticos seguidores a la protesta ciudadana para que salgan a la calle.  

¿Acaso entre sus obligaciones constitucionales no está la de gobernar para todos, incluyendo a sus opositores? Sus deseos polarizan, incitan a la violencia.

Afortunadamente el pueblo cuenta con debates públicos en los medios de comunicación, como los dirigidos por María Camila Orozco en Red + Noticias, Yamid Amat en CM&, en radio Gustavo Gómez, Julio Sánchez Cristo, Néstor Morales, los cuales nos permiten auscultar claramente las actuaciones de nuestros gobernantes.

Con la polarización y enfrentamiento entre los colombianos, desafortunadamente Gustavo Petro propicia cada día más la pobreza, desigualdad, y la baja confianza.

El informe nacional sobre desarrollo humano presentado por Pnud así lo advierte: “una espiral en la que las tres variables se retroalimentan entre sí, originan que la pobreza genere desconfianza, la poca confianza reduce el crecimiento, lo que a su vez hace más difícil reducir la desigualdad”.

Sorprende que Gustavo Petro nos recuerde esos tiempos juveniles de nuestro colegio: “nos vemos afuera” para liarnos a golpes con los compañeros que pretendían quitarnos nuestras novias.

Es hora en que debe ejercer su presidencia, actuar como gobernante y no como candidato. Su experiencia en movilizaciones y bloqueos de vías en contra del gobierno Duque, sólo trajo una desbordante inflación.

¿Será que los críticos y grupos de la oposición, considerados minorías, tendrán que acudir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para solicitar medidas cautelares que protejan los derechos a la igualdad y a la libre expresión?