Perentoriamente el Presidente invitó al Fiscal a poner fin a la desinformación en que mantiene al país: “o acuse, o cierre” el tema de sus dos ex ministras en torno a un supuesto otrosí, al contrato de la carretera Ocaña-Gamarra. “Razones a Bolívar para que las entienda Santander”.
La Fiscalía parece jugar a la desinformación. ¿Qué persigue con esta práctica? Averígüelo Vargas.
El caso Odebrecht sirve ahora para todo. Para buscar apreciaciones, para alimentar las redes, para desacreditar, para buscar escondites, para las próximas elecciones, para tapar lo que no convenga.
Miremos lo del millón de dólares que supuestamente habrían ingresado a la gerencia de la campaña Santos en el 2014. Primero se utilizó para buscar “remontar fraudulentamente el marcador”, como ocurrió con el partido entre PSG y Barcelona. Dos dudosos penaltis y se empataba ¿u olvidaba? lo ocurrido con la goleada de los 4.6 millones de la campaña uribista de Zuluaga.
Primero se habló de dos pesados maletines que con dinero Bula entregó a Giraldo, en un hotel de la 85, para que se los llevara a Prieto. Luego, que no fue así, rectificó el propio Bula. Después, que en Brasil, la revista Veja, tenía otra versión sobre la vía que había tomado esa plata. Cada minuto aparecían versiones contradictorias. La última punta de la piola, hizo aparecer esos dólares en Panamá, y temerariamente se inculpó a la campaña de Santos de haberlos utilizado para pagar la más estruendosamente costosa encuesta de la historia. Pero ha sido tan monstruosa la manipulación, que dicho sondeo ahora, parece haber sido utilizado por todas las campañas de esa época. Es decir, que la cosa volvió a quedar en tablas, pero ya el daño está hecho.
Simultáneamente se conoce la suspensión de la candidatura de Zuluaga - ¿Acaso renuncia?- ante el caso Odebrecht, y su cada vez más minimizada imagen, por sus contendores Duque, las calzonarias de Ordóñez, Trujillo y las amenazantes versiones de una vicepresidencia de Uribe, para llegar por esa vía al poder.
El rio está revuelto. De Odebrecht parece depender la próxima presidencia de Colombia. Y la Fiscalía, con la desinformación parece colaborar y atizar. O que acuse o que cierre, le dijo el Presidente. ¿Acusará, cerrará?
BLANCO: Yully Mora, la joven, inteligente y dinámica Mujer Cafam. La pescadora de ilusiones que dignifica a una sociedad que no tenía rumbo, ni futuro.
NEGRO: El “brazo” armado que apareció en las filas de los hinchas del Deportivo Cali. Y nada pasa…
gabrielortiz10@hotmail.com