En la semana antepasada, el viernes 19 para ser más exacto, me cupo el honor de asistir a la clausura del curso para ascenso a Tenientes Coroneles de la Reserva Policial, de aquel primer grupo de ciudadanos profesionales que hace 15 años la Policía Nacional invito a vincularse con la institución, haciendo parte del primer curso de oficiales de la reserva policial. Que satisfacción y agrado experimente al concurrir a tan magno evento, gran alborozo produce un reencuentro tan fraterno.
Recordamos con los señores oficiales que para septiembre del año 2000 se inició el curso con 42 profesionales de diferentes disciplinas, dando vida institucional al cuerpo de profesionales de la reserva en la Policía. Debo recordar que aquel primer curso lo integraron ciudadanos de las más altas calidades personales y profesionales, doctos en diferentes disciplinas, responsables ante el país por la conducción y dirección de variadas empresas, en las que se desempeñaban como presidentes, gerentes, consultores y demás, sin olvidar académicos, periodistas, profesionales de la salud y juristas de altos niveles. Puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que se trató de un grupo con la mayor motivación, excelente liderazgo, gran sentido ético y espíritu de servicio a la comunidad, a tal punto que han servido los componentes del curso No 1 como referente para las incorporaciones siguientes. Por lo tanto la reserva policía tiene asegurada su permanecía en la filas instituciones con arraigo y futuro.
Tras los años, como suele suceder con los profesionales de Policía, aquellos que abrazan la carrera quedando bajo banderas y convirtiéndola en su profesión, nuestros hombres de la reserva fueron abandonando las filas por múltiples razones, todas valederas a más de respetables, y en la actualidad el diplomado de Gestión Estratégica de la Actividad de Policía, requisito exigido por los mandos institucionales para ascender al grado de tenientes corones, lo adelantaron 20 oficiales que hasta la fecha han podido permanecer integrados al aprestigiado cursos.
El espacio me es ajeno y no me permite extenderme como quisiera, pero bástenos saber que en los años de servicio, estos oficiales de la reserva han contribuido para el desarrollo de actividades en diferentes unidades policiales, dictando conferencias sobre administración y gestión, haciendo generosa presencia en acciones cívicas o asesorando a los hombres que por asuntos del servicio han perdido la libertad. Su mano está presente cuando de obras civiles en esos centros de reclusión se trata, sin olvidar los programas de saludos que adelanta la institución en diferentes estadios. En resumen, la colaboración y presencia de estos uniformados es palpable y beneficiosa para las comunidades interna y externa.
La semilla germinó, el ejemplo se extendió, el mando los valora. ¡Loas! Solo les recuerdo ¡Policía un día, policía toda la vida!.