Insufrible, por decir lo menos, se está tornando la situación en el Portal de las Américas. Nada se puede comparar con el viacrucis que sufren los vecinos del sector y transeúntes, quienes por diferentes razones se desplazan y utilizan este importante lugar de la ciudad. A partir del paro nacional de ingrata recordación para la ciudad, esta zona se ha tornado en campo de batalla, donde se desafían las autoridades y especialmente se busca la presencia de la policía, con el ánimo de agredirla y generar procedimientos que comprometan el profesionalismo de los uniformados, obligados a proceder en defensa de la ciudadanía su integridad y bienes.
Han llegado los vándalos al extremo de hacer aparición por el Portal en cualquier momento y día, sin razón alguna, para subvertir el orden público y arremeter contra ciudadanos de bien bloqueando las vías, generando disturbios, atacando transeúntes, amenazando con ácido y todo tipo de subterfugios apropiados para sus fines, invocando protestas sociales anormales e inconcebibles, salidas de madre y razón; es más, sin respaldo alguno diferente a los organizadores y facilitadores, quienes detrás de estas hordas violentas buscan alterar el orden, menoscabando la figura del gobierno y autoridades de la ciudad, invadiendo el sector para desarrollar sus actividades delictivas sin la presencia de autoridad y justicia. El objetivo es hacer del Portal una tierra de nadie, al servicio de sus intereses y control, para lo cual están destinando los recursos económicos necesarios, venidos de diferentes actividades delictivas, como el narcotráfico, la extorsión y el hurto en sus diferentes modalidades.
La situación del personal policial es bastante controvertida, pues con los disturbios generados en el paro, sus actuaciones quedaron en entredicho y recelo, por el desgaste generado al enfrentar pandillas preparadas, aleccionadas y ejercitadas para crear confrontaciones desiguales, donde el delincuente tiene libertad de ataque, pero el policía debe limitar su actuación a los reglamentos y controles legales, quedando inmersa en investigaciones de todo tipo, ante la transgresión, sin importar la reciedumbre del ataque. De ahí en adelante se limitó el procedimiento dificultando temas como la captura, imposible efectuar sin llegar al contacto físico. Esta es la realidad que permite el actuar de los vándalos y las primeras líneas hoy en el Portal.
Por otro lado, las intervenciones de la señora Alcaldesa descalificando el procedimiento policial sin un análisis previo, forjaron una sensación de respaldo al interior de estos delincuentes, quienes arreciaron sus ataques a la institución en diferentes sectores. Este escenario no se puede repetir, el gobierno distrital debe respaldar la actuación policial y apoyar los procedimientos, la captura debe quedar al orden de día y la judicialización dirigida y sustentada por un grupo de abogados al servicio de la administración, que preserven justicia.