ORLANDO CANO VALLEJO | El Nuevo Siglo
Martes, 11 de Octubre de 2011

Bien rajados

Muy malo ocupar el puesto 62 dentro del ranking mundial de países atractivos para hacer negocios. Es el sitio que la revista Forbes le dio este año a Colombia por cuenta de cuatro lunares visibles: pobreza, desigualdad, narcotráfico e infraestructura.


En 2010 habíamos ocupado el puesto 51. En nivel de América Latina estamos hoy en el séptimo escalón, frente al 4 lugar del año pasado. Retrocedimos en las diferencias sociales que aún son marcadas pese a la política de emprendimiento y al país de propietarios, puesta en marcha por el Gobierno del ex presidente Uribe.
Las opiniones en Colombia sobre la calificación del sondeo efectuado por Forbes son encontradas. Hay quienes las consideran fuera de lugar y otros las ven ajustadas a la realidad.
Cualquiera sea el método empleado para calificar los mejores o peores países para hacer negocios y atraer inversiones, la calificación dada a Colombia preocupa y deja al descubierto lo mal parados que aún estamos en términos de competitividad, expansión comercial, régimen tributario y desequilibrios sociales, además de gasto, corrupción y manejo fiscal.


Estar en el lugar 62 del mundo como nación atractiva para hacer negocios y en séptimo puesto del continente, nos debe poner en alerta frente a nuestra agenda política, social y comercial. Estamos mal, pero no podemos ir peor. Debemos modernizar y hacer más eficiente y menos costoso el Estado. El sector privado debe ser más proactivo, competitivo, generador de empleo y transparencia.
Desigualdad en la propiedad de la riqueza y tenencia de la tierra con una fuerte influencia sobre las limitaciones para acceder a la salud y a la educación en campos, pueblos y ciudades.
Pobreza en la participación de los colombianos en los recursos del Estado con consecuencias funestas como carencia de vivienda propia, menor o ningún ingreso, esparcimiento y demanda interna.
Narcotráfico relacionado con el afán del dinero fácil en una sociedad donde hubo un tiempo en que prosperó el crimen organizado y se cosechó la bonanza de cultivos ilícitos.
Infraestructura vieja, olvidada por décadas, insuficiente para mover la carga exportadora del país, pobre frente a la globalización comercial y escasa para afrontar desafíos como el TLC que esperamos con EE.UU.


Son cuatro puntos críticos que le ponen palos a las ruedas de las locomotoras que impulsa el presidente Santos para llevar el crecimiento económico a 6 y 7% anual.
Debería ponerse en marcha un Pacto Social entre sectores público y privado para relanzar una política de empleo con incentivos a las empresas que destinen parte de su capital a la contratación de mano de obra calificada.