Orlando Cano Vallejo | El Nuevo Siglo
Martes, 26 de Mayo de 2015

Tres buenas

 

TRES  buenas noticias para impulsar desarrollo con equidad en Colombia.

Créditos Icetex para estudiantes universitarios pobres, inminente abolición de visas para ir a países de la eurozona y plata a la vista para autopistas e infraestructura de cuarta generación.

En el primer caso sería justo que universidades privadas también hicieran su aporte. Que contribuyeran en algo con financiación de sus estudiantes. Darles un empujón económico a cientos de miles de jóvenes de escasos recursos sería solidario y ejemplarizante. Universidades ganan por donde se mire. Cada año incrementan matrículas y pensiones, cobran cualquier papel que un muchacho requiere, se paga por derecho de grado, por obtener el diploma, por hacer la tesis, entre otros.

Si el Estado permite acceder a créditos 100% sin fiador para que una familia pobre pueda enviar a sus muchachos a la educación superior, convendría que universidades pongan su cuota. Podría ser un descuento semestral en la pensión a estudiantes de estratos 1, 2 y 3 que acrediten mejores notas. También podría darse un precio preferencial en el costo de pensiones semestrales cuando la declaración de renta de la familia así lo justifique. Gesto solidario y cercano con la juventud que redundaría en una disminución de la deserción universitaria. La mayoría de estudiantes abandona sus clases entre el 4 y sexto semestre por falta de recursos, y por necesidad de ir en busca de un trabajo.

Siempre se ha dicho que la educación en Colombia es mala y costosa. Las universidades cobran más de lo que forman. Invierten mucho en sedes, modernizan edificios, obtienen más terrenos, pero ¿cuánto en mejores docentes para mejores estudiantes?

El sentido de pertenencia de las universidades con sus formados es nula. Un muchacho deja de asistir a clase y ni se enteran. Tal vez lo advierten cuando no llega el pago del semestre, nada más.

La otra noticia pasa por la posibilidad de que para el último trimestre de 2015 los colombianos, turistas y empresarios, puedan viajar sin visa a la eurozona, hasta por 90 días en un tramo de 180 días. Buena gestión del presidente Santos, su canciller y el embajador ante la Unión Europea, Rodrigo Rivera.

No significa que todos puedan ir a Europa porque sí. No. Es preciso resaltar que hay exigencias de cada país para el ingreso de extranjeros. Pasaporte con vigencia no menor a tres meses, no registrar antecedentes ante autoridades migratorias y no ser persona señalada de algún impedimento para salir del país o ingresar al viejo continente. Hay formas que cumplir según legislación de cada país. Quien esté en condiciones legales podrá visitar 26 naciones europeas y permanecer hasta por 90 días en un período de 6 meses. 

Tercero, autopistas de cuarta generación con apalancamiento financiero. Ojalá no se repitan episodios de corrupción, robos y contratos incumplidos.