Otra vez el Sí y el No | El Nuevo Siglo
Viernes, 20 de Octubre de 2017

Arrancó la campaña presidencial del 2018, y de qué manera. Más de 20 candidatos se están mostrando ante una opinión pública perpleja  por la abundancia de ofertas que muestran los aspirantes, desde la extrema izquierda hasta la más recalcitrante derecha. La mayoría trata de ubicarse en el centro para eludir las críticas de quienes aún no resisten que haya marcados defensores de deberes y derechos en un país que acaba de salir de una guerra que se creía interminable.

Unos pregonan valiosas ideas para alcanzar objetivos benéficos para esta sociedad que reclama igualdades. Cada cual tiene la fórmula mágica y trata de explicarla. Acuden a los más variados métodos, sin que importen los mecanismos y las armas que haya necesidad de esgrimir.

Los punteros válidos, según las encuestas, Sergio Fajardo, Vargas Lleras y De la Calle, dieron rienda suelta a sus habilidades oratorias esta semana. Inundaron los medios de comunicación con sus propuestas y para hacer de Colombia un país menos desigual, más próspero y mejor vividero.

Fajardo lleva ya un trecho explicando sus tesis, con otros compañeros de su partido y de las posibles coaliciones, por ello está clasificado en el primer lugar del “partidor”. Las pantallas, los micrófonos y el papel de los diarios, se abrieron para Germán Vargas Lleras, quien estaba en el más absoluto silencio mirando el panorama y las posibles salidas para arrancar campaña. La fría solariega sede de la Sociedad de Amigos del País, creada por su abuelo, le sirvió de refugio y lo sosegó –no mucho- para emprender con todo ímpetu su tránsito hacia la candidatura, no sin antes de aplicar su dosis de algarabía para criticar al gobierno que tanto alabó y a sus contrincantes.

Como cualquier Trump ¿O Uribe?, acudió a la posverdad, que tan buenos frutos ha dado en el mundo actual, desde el Brexit hasta el No. Pero también ofreció cosas positivas, sobre las cuales poco profundizó, como una reforma tributaria, más equitativa.

Se inventó una invasión de cubanos, con la cual desacreditó a las Farc, que serán sus contrincantes en las parlamentarias y tribunales para juzgar a expresidentes y a 48 millones de colombianos. Hubo pues, mucho de fábula y poco de gobierno.

Correspondió luego el turno, a Humberto De la Calle, tercero en el “partidor”. Con mucha serenidad, el negociador de la paz explicó su programa, pero los entrevistadores lo condujeron hacia las afirmaciones de Vargas Lleras. La pantalla, los micrófonos y el papel, fueron escasos, a pesar de que desvirtuó gran parte de las afirmaciones de Vargas.

Fue muy claro al explicar los acuerdos de paz y los resultados que ya empiezan a verse, desde el campo puramente de la vida y la convivencia, hasta en recuperaciones económicas, políticas y sociales.

Todo parece concentrarse entre posverdad y rectificaciones, como lo vimos en el Si y el No, hace justamente un año.

BLANCO: Por fin se dio importancia a la educación. 37 billones.

NEGRO: La mafia mejicana en Tumaco.

gabrielortiz10@hotmail.com