Cuenta la leyenda que, tras haber robado el titán Prometeo el fuego de los dioses para regalarlo a los hombres y el castigo que Zeus le impuso por tamaña osadía, su hermano Epimeteo recibió como regalo de los Olímpicos una compañera: Pandora. Afrodita le imprimió el don de la belleza, Hermes le dio astucia, Atenea le enseñó diversas artes y Hera le hizo el regalo que cambiaría la historia de los hombres por siempre: la curiosidad.
Al llegar a la tierra, Pandora traía una caja, adornada con piedras preciosas y sellada con lazos dorados. Siendo tan bonita, creyó que los tesoros internos podían ser más deslumbrantes y, pudo más su curiosidad, por eso, abrió la caja y una serie de adversidades salieron a relucir desde dentro: la enfermedad, la envidia, la vanidad, el engaño y otros males, que volaron en forma de polillas.
Pues bien, ese mito también se vive al interior de la Iglesia, pues el martes 5 de octubre se dio a conocer el informe de la Comisión Independiente sobre los Abusos Sexuales en la Iglesia (CIASE) en Francia, entregado al obispo Eric de Moulins-Beaufort, presidente de la Conferencia Episcopal de Francia, en el cual se estima que 216.000 personas (Alrededor del 80% de las víctimas eran varones, niños de entre 10 y 13 años), han sufrido abusos por parte de 2900 a 3200 clérigos o religiosos lastimosamente implicados desde 1950 en esa nación.
Son cifras abrumadoras que reclaman medidas más fuertes, pues los casos tienen un “carácter sistémico” que requiere profundas reformas, incluido el secreto de confesión. En el informe se confirma, la cifra de depredadores sexuales en la Iglesia francesa.
Francisco ha expresado su inmenso dolor por este informe, frente a la amplitud de las cifras reveladas, por las lesiones causadas a las víctimas y, por otro lado, gratitud a la CIASE por el valor al denunciar a los abusadores mediante la recolección de información de las víctimas.
En este pontificado, con la política de “tolerancia cero”, se efectuó una reforma del Código de Derecho Canónico que entrará en vigor el próximo 8 de diciembre, aunque, para muchos, no se ha contribuido suficientemente al tratamiento adecuado de la violencia y las agresiones sexuales en la Iglesia.
Recientemente, la Pontificia Comisión para la Protección de Menores (PCPM) se constituyó en 2014 como órgano consultivo al servicio del Santo Padre y que se conoce como Tutela Minorum, realizó una reunión presencial en Varsovia, Polonia, para analizar la Constitución Apostólica en forma motu Proprio "Vos estis lux mundi ", y estudiar nuevamente los delitos de abuso sexual que “ofenden a Nuestro Señor, causan daños físicos, psicológicos y espirituales a las víctimas y perjudican a la comunidad de fieles”.
De la caja de Pandora, también había salido, junto a los males, una libélula, la cual, trazando estelas de color y representando la esperanza, que permite a la humanidad seguir adelante a pesar de las adversidades. Estamos llenos de polillas, ¿Ya salió la libélula?