El destacado educador Otto Federico von Feigenblatt Rojas, acaba de presentar en Bogotá, con ocasión de la concesión del doctorado honoris causa por la Universidad CUGS de México al reverendo fray José Gabriel Mesa Angulo, O. P., rector nacional de la Universidad Santo Tomás, el libro “Tendencias y debates en la educación americana. Una perspectiva hispana”.
En la obra, von Feigenblatt, quien ejerce una de las decanaturas de la Keiser University de Miami, dividida en cinco ensayos, nos habla de un tema poco desarrollado en Colombia, como es el del conocimiento del sistema educativo norteamericano, aproximándolo al Estado de la Florida, para poderlo mostrar en un ámbito hispano, realizando una interpretación crítica de la escasez de maestros en esa llamativa península, puerta de oro del “sueño americano”, que sin embargo vive una creciente polarización política, económica y social.
Ha sido interesante ver cómo la intervención legislativa en los estudios sociales en la Florida se ha desarrollado orgánicamente, tanto en lo federal, como en lo estatal, combinando un fuerte principio de libertad académica con la autorregulación del sector educativo, afectadas en gran medida con la Ley de Derechos Paternales en la Educación, en cuanto a la inclusión de temas de género en el currículo escolar, que han generado fuerte rechazo de los padres y de los legisladores, que ha motivado la falta de confianza en las autoridades escolares, algo así como lo que ocurrió en Colombia con las “cartillas” de una ministra. La Ley ha limitado en edades tempranas la educación sexual y la ha regulado en los grados avanzados, reiterando a los maestros la necesidad de enseñar con los estándares educativos previstos y no con un “currículo oculto”.
También está la Ley de Libertad Individual, que busca proteger la identidad individual de estereotipos raciales perniciosos. También, con la misma se ha querido atraer a profesionales jóvenes con perfiles ideológicos menos radicales al ejercicio de la docencia.
Igualmente, saber cómo se maneja la teoría racial crítica en la educación, que en cierta forma obliga a los estudiantes a debatir sobre temas sensibles de los que no tienen conocimiento pleno.
El autor no deja de lado tratar las fortalezas y debilidades del sistema descentralizado de educación americano, por la interacción entre los niveles, mostrando fortalezas y debilidades; en primer lugar, la flexibilidad y maleabilidad del sistema y, en segundo lugar, la misma burocracia de los distritos escolares.
De igual manera, explora las formas de educación superior para hispanos en los Estados Unidos, donde es importante la permanencia del castellano en la educación.
Y, finalmente, la “tormenta perfecta”, como denomina a los factores estructurales y contextuales que exacerban la escasez de maestros en la Florida, no obstante que Estados Unidos invierte más por estudiante que la mayoría de países de la OCDE.
Investigación, experiencias son parte de lo que ha querido presentar el autor y matizarlo en un diálogo de colegas colombianos: Olga Lucía Ostos Ortiz y Óscar Yesid Aparicio Gómez, quienes le aportaron su pensamiento sobre la necesidad de la interdisciplinariedad en la educación superior.