Encuestas con diversos resultados, propaganda negra, posverdad, falsas noticias, extravagante y malintencionado populismo, terrenos vedados, sabotaje a concentraciones, odio, polarización extrema y total desorientación reinan en esta campaña electoral para Senado, Cámara y Presidencia.
El engaño y la mentira apestan, desorientan a los electores y estimulan la creación de organizaciones que coartan la libertad a electores, candidatos, partidos y movimientos.
A De la Calle le niegan un foro universitario y a Timochenko lo insultan, apedrean e impiden llegar a las plazas públicas. Afloran candidatos cuyas banderas llevan el único sello del insulto, el descrédito y la descalificación de sus contendores. Los tuits repletan el internet con toda suerte de mensajes, generalmente falsos. Increíble que un conocido e influyente personaje haya aprovechado las redes para insultar y vituperar a quien va ganando, con la publicación del montaje de un falso afiche de Fajardo.
Hay una organización ambulante -que parece ser de una disidencia del CD- detrás de las manifestaciones de la Farc, que insulta y lanza objetos para impedir que sus simpatizantes puedan conocer los programas y objetivos. Si hemos logrado la paz, debemos respetarla y respetar a sus actores. Son populistas que posan de mansas ovejas y redentores de un país que va por buen camino.
La manida arenga de que seremos Venezuela con Maduro y todo, ya está desgastada. Por ello se acude a una palabrería violenta sin límite. Los hermanos venezolanos vienen a Colombia porque somos un país próspero y con futuro asegurado.
Hay quienes quieren ganar el próximo gobierno contra viento y marea. Con compra de votos, con engaño, poniendo a la gente a rabiar y conducirla a las urnas con odio en sus corazones.
Por ahora, tenemos una perentoria advertencia de la Corte: “todos son responsables de lo que suban a las redes sociales”. Ya hay material suficiente para empezar a sancionar. Los conocidos hacker están actuando al igual que los manipuladores de votos.
Entre tanto, la sociedad debe estar lista para defender nuestra democracia, amenazada por el populismo. Ese populismo que las extremas quieren aplicar en Colombia. Ese experto en engañar a los electores y asustarlos con los fantasmas de Maduro y del No.
La Colombia sensata está alerta para impedir que el aterrador espectro, ese coco del populismo, que asusta y aterra, pueda desviar unos resultados electorales limpios, utilizando preliminares encuestas, para pescar en rio revuelto.
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Hoy, día del Periodista en Colombia, debemos rendir un homenaje a los defensores de la libertad de expresión, a un grupo de colegas que ha creado la Fundación Colombiana de Periodismo, que busca poner fin a la posverdad y a las noticias falsas. Es la única organización que se ha ocupado de este cometido que nos conducirá a la verdad y al rescate de la reportería y la ética, para defender la democracia y la libertad de prensa.
BLANCO: La buena hora de Millonarios campeón.
NEGRO: Toda Bogotá, es el nuevo relleno sanitario.
gabrielortiz10@hotmail.com