Presidente Santos: considere…
Que su gobierno fue elegido con los votos de Uribe. Con el mío, por ejemplo. La verdad duele y molesta pero fue así. Usted fue elegido con mi voto para preservar la seguridad democrática. Para preservar la Autoridad. Para preservar el Estado.
Desde el primer día de su gobierno, estas líneas de opinión alertaron sobre el viraje que usted le presentaba al país en su discurso de posesión. De ahí, nació Santos Chamberlain quien se complementaría con Rivera Kerensky y posteriormente la insulsa Madame Holguín Bovary.
Chamberlain, un conservador inglés quien creyó que podría convencer a Hitler. Kerensky haría el trabajo previo para la llegada de los sanguinarios soviets en Rusia. En cuanto a Madame Holguín Bovary nos ocuparemos de ella en otra ocasión
Tanto va el cántaro, hasta que se rompe. Los soviets llegaron al poder asesinando de una manera inmisericorde a todo aquel que se les opusiera. La familia del zar Nicolás, toda, fue vilmente masacrada. No tuvieron piedad ni siquiera de los niños.
Más adelante, la Virgen de Fátima haría su profecía: Si Rusia no se convierte, la humanidad vivirá sus consecuencias. Y, así estamos en pleno siglo XXI.
Alberto Abello nos recordó cómo Álvaro Gómez Hurtado en 1961 alertaría a los colombianos sobre la profecía de las repúblicas independientes: “El tema surge de una publicación de la juventud comunista – JUCO- que llega a sus manos en la que en un mapa de Colombia señalan la existencia de algunas repúblicas independientes”. Con lo sucedido en el Cauca la semana pasada queda demostrado, una vez más, que las Farc no quieren dialogar. Lo que quieren es el Poder. Siempre lo han querido y han utilizado las diferentes formas de lucha para ello.
Cuando terminaba la presente columna de opinión, ni siquiera el triunfo de Santa Fe me apacigua, ese sí fue un triunfo histórico, me acordé de Abraham Lincoln: se puede engañar a algunos por un tiempo pero no a todos, todo el tiempo.
Si Santos sigue considerando que gobernar es como un juego de póker se quedará sin fichas y sin jugadores. Por lo menos, las de Uribe ya no las tiene. Recuerde que la lealtad en política es tan variable como la temperatura.
Siendo Santos el gran jugador de póker que se comenta resulta no más que curioso cómo pateó la lonchera de Uribe que le dio de comer de una manera tan torpe a sabiendas de que sin Uribe no será reelegido. Y, por jugar doble se quedará sin el pan y sin el queso.
Puntilla. Me resisto a creer que el Congreso de la Republica le jugará de la misma manera a Santos. Ni un solo funcionario del Gobierno en el sepelio de los pilotos de la FAC. Ni uno. Ni de los altos mandos militares. Así estamos.