Samuel, por favor ¡renuncie!

Muy  atento el viernes 22 de septiembre durante la sentencia que emitió el juez a Samuel Moreno. La verdad, no quisiera estar en sus zapatos. No debe ser fácil para una persona que lo tuvo todo a su haber: buena educación, buena forma de vida, consentido en medio de una familia, con las comodidades y las mieles del poder; el verse de la noche a la mañana encerrado en una estación de Policía de Carabineros en el Parque Nacional de Bogotá.
Un amigo se me acercó al final de la tarde para comentar el hecho del día. Con una Coca-Cola bien fría dijo: “tengo una sensación extraña, pero así como le vaticiné que Samuel no terminaba su alcaldía le boto la segunda perla: Santos tampoco termina su gobierno”. “Como van las cosas, y con los favores de Angelino, es probable”, respondí.
No ha sido fácil este doloroso y vergonzoso proceso de deterioro para Bogotá. Algo similar le está sucediendo al país. Pero como vivimos en la nube rosa mediática. Claro, como no se volvió a tocar el tema del tercer canal, Caracol y RCN están de plácemes.
Volviendo al tema, la revista Semana comentó que “si bien todos esperábamos este desenlace final, sorprende ver a Samuel privado de su libertad”. Sorprende, a su vez, que no presente la renuncia al cargo como alcalde de Bogotá. Sorprende el comunicado del Polo al mejor estilo de Pilatos: lavándose las manos.
Clarita, también nos deja tirada la obra de la Carrera 7 a pesar de las advertencias de la Procuraduría. ¿No sería sujeto de investigación? ¿Y vamos a premiar a la izquierda por la brillante gestión?
Lo que le pasó a Bogotá fue, y ha sido, muy doloroso Samuel. Nos dolió, y nos duele, a todos. Usted sigue demostrando una actitud de indolente frente a todo lo que pasó. Pareciera que al único que no le doliera fuera a usted. Un gran favor le haría a la ciudad si presenta la renuncia a su cargo. Yo le solicito, encarecidamente, algo de su hidalguía, la poca que le queda, por el bien de la ciudad.
“Es el momento de mostrar algo de hidalguía”, le dijo Sancho Panza al Quijote antes de entrar a la clínica de reposo. “Ya no ladran, mi querido Sancho Panza”. “Ni cabalgan, don Quijote”.
Un gran favor le haría usted a la ciudad, si mostrara algo de hidalguía. En estos momentos usted se encuentra en el lugar equivocado. Pero el lugar más equivocado es el de su posición como alcalde de Bogotá. Samuel, por favor ¡renuncie!
Puntilla. Seguimos con la toma guerrillera en todo el país. Las Farc instalaron diez vallas en San Vicente del Caguán restringiendo la movilidad. En regiones donde antes no había, regresaron con una fuerza imparable. Como en Campo Rubiales. A propósito: ¿se va Pacific Rubiales de Colombia? ¿Efecto Angelino?