RAFAEL GÓMEZ MARTÍNEZ | El Nuevo Siglo
Jueves, 1 de Diciembre de 2011

 

El caso Enron

 

Por estos días debe quedar libre Andy Fastow, quien fuera uno de los cerebros para el plan de salvamento de Enron. Con su creación en 1985, en Texas, Enron fue gestada desde el comienzo por Jeff Skilling. La “estrategia” financiera era muy sencilla: convertir a Enron en una mesa de juego, una ruleta rusa, un casino, donde los inversionistas tenían la oportunidad de ganar muchísimo dinero en el corto plazo haciendo subir el precio de las acciones. En el momento en que sentían que ya habían ganado lo suficiente vendían, haciendo caer el precio de las mismas.

En el documental periodístico Los chicos más listos del salón, el caso Enron, un analista comenta que “todas las personas que tenían que decir que No, no dijeron que No”. En el 2000, 120 entidades financieras avalaron el plan de salvamento propuesto por Fastow. CitiBank, Boston Bank, Credit Suisse entre otros. Merryll Lynch, Lehman Brothers y Arthur Andersen aprobaron los estados financieros.

En el 2001, una periodista del Financial Times percibió que algo andaba mal.

“No sólo se quebró la empresa, sino a los que invirtieron sus ahorros pensionales en acciones de la compañía, a través de una dolosa o fraudulenta aplicación de las normas contables que les permitió a sus ejecutivos retirar para su beneficio personal cientos de millones de dólares de utilidades ficticias”. (Ver José Fernando Isaza, El Espectador del 14 de enero de 2009)

Con la quiebra de Enron desaparecieron billones de dólares en ahorros y pensiones. Arthur Andersen se vio obligada a cerrar sus puertas. La pérdida de credibilidad en Wall Street y el sistema financiero norteamericano vienen en declive desde esa fecha y me da la impresión de que las lecciones del caso no se aprendieron.

Me pregunto, después de ver este documental: ¿las Bolsas de Valores no actúan como un casino?

La economía está enferma y como buenos enfermos nadie reconoce que lo están. Todo lo contrario. “La economía va divinamente”, como diría Santos. Mucho me temo que en el 2012, la muerte llegará sin avisar, como dice un amigo. Es probable que varios pacientes no alcancen, siquiera, a llegar a los cuidados intensivos.

En el momento de terminar esta columna me llama mi amigo a decirme que “American Airlines, se acoge a la ley de quiebra en los EE.UU. y que la muerte le llegó sin avisar”. Yo, por lo pronto, previendo el 2012, cancelé todas mis deudas. La caída ya comenzó.

Puntilla 1. A los santafereños no nos da un infarto es de “puras vainas”.

Puntilla 2. Mientras los colombianos, todos, lloramos a nuestros muertos por cuenta de las Farc, Santos Chamberlain y Chávez muertos… pero de la risa. “Que no nos vayan a descarrilar”…. Hay que ser muy hipócrita, señor Santos.