RAFAEL GÓMEZ MARTÍNEZ* | El Nuevo Siglo
Jueves, 6 de Noviembre de 2014

Crónica del día de los difuntos

 

Por recomendaciones terapéuticas, desde hacía 19 años no iba al Cementerio Central. La noche anterior al 2 de noviembre me fui a ver la película The Judge, con Robert Downey. Jr. junto con la magistral actuación de Robert Duval. Tal vez, los EE.UU. se salvarán de su actual crisis social, política y económica porque cuentan con un sistema judicial que funciona, pensé hacia mis adentros.

Al día siguiente me llené de  valor y fui el domingo 2 de enero, día de los difuntos, al Cementerio Central. No resulta más que curioso que el asesinato de AGH se haya producido en el día de los difuntos.  Ingresé a la misa de las doce donde el cura comentó en su homilía que la Iglesia Católica celebra el día de los difuntos para hacer ver a quienes estamos acá que existe un más allá, un paraíso, donde ellos descansan en paz.

Resulta que en el Cementerio Central, el paraíso terrenal, reposan las tumbas de personajes tan importantes para la historia de país como Rafael Uribe Uribe, Rafael Pombo, Santander, López Pumarejo, Leo Kopp, a quien le siguen hablando al oído, Carlos Pol, Marco Fidel Suárez, doña Carolina Isackson y la tumba del Dr. Laureano Gómez junto con una placa conmemorativa para su hijo AGH.

Además de otros personajes tales como José Raquel Mercado y Pizarro León Gomez, cuya tumba se encuentra al lado de la de AGH. Coincidencias de la muerte. Tal vez, para todos ellos, es más saludable el más allá, que el más acá.

Todas estas tumbas se encuentran en un estado lamentable de conservación. Los  andenes del cementerio caídos. Algunas tumbas pintadas con arengas tales como: Camilo, vive. El comunismo no respeta ni la muerte.

A la salida del cementerio, sobre la Avenida Caracas con 26, a plena luz del día, un indigente de la Bogotá Humana se hace al lado del vidrio derecho del carro, se me queda mirando y en un dos por tres se roba el espejo derecho del mismo, dañando el circuito eléctrico del mismo.

El tres de noviembre vi una noticia de La FM de RCN que la FGN no consideraría el crimen de AGH de lesa humanidad y que ahora tiene una teoría.

Al comentarle a mi amiga María Elisa Uribe todo lo que pasó durante el fin de semana me dice: “Pero, Rafa, te levantaste con el pie izquierdo”. Me acordé, entonces, de quien estaba al frente de la ciudad. Con razón, me dije, sus razones tendría mi terapeuta para decirme que no volviera al Cementerio Central.

Puntilla. Un país sin justicia es un país sin esperanza. AGH, 19 años de impunidad y el fiscal Montealegre se hizo el de la vista alegre. Y pensar que la FGN fue una de las principales obras de AGH durante la Constituyente del 91. Vergüenza les debería dar.

*Miembro de la Corporación Pensamiento Siglo XXI