Rafael Rivas Posada | El Nuevo Siglo
Viernes, 6 de Septiembre de 2024

Lo conocí cuando de regreso de la Universidad de Princeton vino a realizar su tesis doctoral en ciencia política, bajo la dirección de uno de los más distinguidos científicos políticos de la época.

Por supuesto, lo incorporé a la planta de profesores del departamento de Ciencia Política que enalteció, tanto en la universidad como fuera ella, por su reconocida estatura intelectual. Recibió una educación superior privilegiada tanto en Francia como en Estados Unidos y así fue reconocido.

En la Universidad de Los Andes muy pronto fue Decano de la facultad de Artes y Ciencias, caracterizada por su carácter multidisciplinario y luego rector de la universidad. Manuel Rodríguez, quien trabajó como vicerrector, me dice que tuvo que afrontar por lo menos dos temas claves, uno de ellos bien relacionado con la historia de la Universidad, la formación básica de los estudiantes y otro íntimamente ligado al futuro, el desarrollo de los posgrados.

El primer tema era de gran significación no sólo porque estaba ligado a uno de los distintivos que caracterizaban la Universidad de Los Andes desde sus orígenes, sino que tocaba fibras muy sensibles, la esencia misma de la Universidad. Lo logró, nada fácil, un cambio de contenido y estructura de esa formación básica de todos los estudiantes. Y el tema de los posgrados que fue consolidado por su distinguido sucesor, Arturo Infante Villarreal, abrió un horizonte nuevo y ambicioso para la universidad.

El presidente López Michelsen (1974-1978) describe en 12 páginas muy sobrias pero muy reveladoras lo que fueron las ejecutorias de su gobierno en el sector educativo, sector que durante tres años dirigió Rafael Rivas Posada. Imposible recoger todas las realizaciones que allí se presentan (p 328-340) y qué muestran el carácter prioritario que el gobierno del López Michelsen dio a todo el tema educativo. Incremento del acceso a los cuatro niveles de enseñanza, presupuesto superior al existente en ese momento, aumento en el número de profesores de primaria y secundaria a cargo de la nación, el cubrimiento del faltante resultante de la deuda por sueldos que se debían al magisterio y significativos reajustes salariales.

Cuando se revisa en concreto se observan innovaciones como el Mapa Educativo, reformas para atender la demanda en el sistema de las Escuelas Normales, fortalecimiento de la denominada escuela nueva y una gran inversión por medio del Instituto colombiano de construcciones escolares

Cada uno de los institutos que formaron parte del sector introdujeron importantes innovaciones en beneficio de los menos favorecidos. El aporte nacional a la financiación de las universidades creció en un 161.6%

Entre otros se creó la Escuela Regional de Museología como el Centro Nacional de Restauración y el Centro Colombiano de Documentación Musical y se organizó la Compañía Nacional de Ópera.

Colciencias, el fondo colombiano e investigaciones científicas, financió 348 proyectos en áreas prioritarias y se promovieron programas especiales sobre desarrollo educativo y científico internacional. El Instituto Caro Cuervo amplió y reorganizó el departamento de lexicografía, creó el departamento de lingüística general y la sección de lenguas indígenas, entre otros interesantes proyectos.

En lo referente a su desempeño como diplomático, el editorial de El Espectador del sábado 31 de agosto, describió con precisión no solamente los encargos que le hicieron diferentes gobiernos, sino los que la propia comunidad internacional le encomendó. Un terreno en el cual se movía con sobrada propiedad.

Rafael Rivas Posada fue un hombre público serio y con sentido del Estado, que hizo mucho sin autopromoverse.