Recursos para la emergencia sanitaria | El Nuevo Siglo
Martes, 28 de Abril de 2020

Ante la pregunta de cuánto es, hasta el momento, el volumen de recursos, razonable entre comillas y estimado en Colombia para sortear la recesión del “Gran Confinamiento”, es bueno empezar por recoger de la anterior columna la importancia y cercanía a obtener, complementariamente, del Fondo Monetario Internacional, una línea de crédito adicional por la suma de once billones de pesos, que se suma a su informe reciente de consulta (Articulo IV) que valen la pena detallar.

Para ponerse en contexto, entre el actual ministro de Hacienda y exministros, se habla de requerir cerca de treinta y cinco billones de pesos para enfrentar las necesidades económicas de este momento de pandemia. Esto es igual al valor que se tiene estimado para continuar con la modernización de la infraestructura vial, las carreteras que se han denominado de Cuarta Generación 4G. También equivale al ¡valor del recaudo de unas cuatro reformas tributarias! para que se aprecie su magnitud.

Como dice el mismo Fondo se trata de contrarrestar la recesión de la actividad productiva vía gasto público bajo cierto espacio fiscal y de inyectar liquidez al mercado, siempre y cuando la inflación se mantenga dentro del rango límite del banco central.

Hasta el momento se ha contado con dos opciones de endeudamiento interno para estas necesidades y suman cerca de 25 billones de pesos: una procede de entidades territoriales, alrededor de quince billones de pesos que vienen principalmente de las reservas que por la anterior Ley de Regalías se tenían en Fondo de Ahorro y Estabilización (12 billones de pesos) y el resto del Fondo Nacional de Pensiones de las Entidades Territoriales Fonpet (2,7 billones de pesos) y la otra opción procede de la liberación de encajes a los bancos para invertir en títulos del gobierno por casi 10 billones de pesos.

Vale mencionar que la reforma reciente a las regalías cambió la norma para mantener esas reservas, cuestión que tocará analizar con cautela pues hoy se reconoce la virtud de dicha fórmula.

Lo importante es que el FMI ve con buenos ojos la economía colombiana. Sin embargo como reconoce fortalezas, ve debilidades. En su último informe resalta el empleo informal como un sector que ha sido capaz de absorber la migración venezolana pero que al acercarse al 47% de la población económicamente activa se ve fuertemente amenazado por el Gran Confinamiento.

De igual manera ve en Colombia una cierta lentitud en la respuesta a los movimientos de la tasa de cambio, de exportaciones e importaciones, donde los costos internos, como el transporte y los costos de distribución son importantes limitantes, ante lo cual recomienda tomar medidas para contribuir a la diversificación y competitividad. Por el momento es importante augurar el visto bueno bien a la línea de crédito flexible del FMI u otras que éste estime.

Hoy el FMI, ha anunciado su capacidad de prestar cerca de un billón de dólares para ayudar a los países miembros a superar la crisis con la duplicación de los nuevos acuerdos, ya cerca de noventa países han acudido a sus recursos de emergencia y Colombia le puede mostrar sus fortalezas.

*Presidente Corporación Pensamiento Siglo XXI

uribemariaelisa@gmail.com