Desafortunado cataclismo se ha producido en la Revista Semana, al presentarse un retiro repentino de prestigiosos intelectuales del mundo periodístico, que con sus ideas cada semana nos ilustraban con sus opiniones hacia los más altos valores de la cultura política y social de nuestra sociedad.

Con la llegada de los millonarios accionistas Jaime y Gabriel Gilinski, se produce un golpe inesperado, pues la razón era fortalecer e impulsar la transición de Publicaciones Semana hacia formatos digitales con miras a mantener en esas plataformas el liderazgo que las revistas han tenido en el mundo de los impresos.

¡Gran equivocación! utilizar los avances tecnológicos, como fórmula para obtener una alta rentabilidad enfrentándolos a la formación profesional  de insignes personajes.

Es evidente que la designación de Vicky Dávila fraccionó la revista por dentro. Según el caricaturista Vladdo, “fusionar la redacción digital con la impresa fue el Florero de Llorente, que llevó a la renuncia de quienes hacen periodismo serio en la revista Semana” 

Los medios digitales atropellaron el idealismo y liderazgo de su fundador Felipe López Caballero.

María Isabel Rueda en su libro -“Casi Toda la verdad-Periodismo y Poder”- obtiene unas declaraciones muy ilustrativas de Felipe López Caballero, como figura esencial que le dio vida a la revista  Semana.

Al cuestionario de María Isabel Rueda, responde Felipe López: “Cuando decidí fundar una revista, pensé que ese nombre tenía una recordación favorable por el prestigio que se había ganado cuando la dirigió Alberto Lleras...Pues se acaba de cerrar Alternativa, que había tenido éxito como revista de oposición pero tenía problemas financieros”

Y agrega que “Semana para mí era una fórmula de vida, lo único que pensaba inicialmente era que produjera un modus vivendi. Pensaba más en la influencia que en la plata”.

Así es el pensamiento, de un líder atropellado por la tecnología, que se vio obligado a renunciar, pues no podía admitir que sus ideas quedaran subordinadas al fanatismo de la modernidad.

¿Y qué decir de esos grandes intelectuales que también renunciaron, como Antonio Caballero,  Daniel Samper Ospina, María Jimena Duzán y otros  que han hecho historia en nuestro país?

Antonio Caballero de gran experiencia, estando en París presenció uno de los eventos más esenciales, revueltas que por primera vez mostraron la capacidad de organización y rebelión de una generación desencantada frente al orden establecido. Viajó por Italia, Grecia, España e Inglaterra. Se instaló en Londres donde comenzó a trabajar para la BBC y la revista The Economist.

María Jimena Duzán periodista  politóloga. Se desempeñado en los más importantes medios de comunicación del país, como El Espectador, El Tiempo.

Luis Carlos Galán decía: “A los hombres se les puede eliminar, pero a las ideas no”.

Estos brillantes periodistas afortunadamente gozarán de la libertad, aunque la tecnología los atropelle en sus lucidas ideas.

Por eso pedimos al Señor que provea a la fallecida revista Semana de luz perpetua y eterno descanso.

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