Reviviendo fervor patrio (IV) | El Nuevo Siglo
Viernes, 2 de Agosto de 2019

“Gran Colombia duró solo hasta 1830”

Así describe, brevemente, La Historia Patria Ilustrada lo acontecido en el Puente de Boyacá (07-08-1819): “A las 2 de la tarde se enfrentaron 2.600 patriotas contra 3.000 realistas a quienes obligaron a dar batalla. Santander comandaba el ala izquierda, enfrentando con su la tropa a su mando la división que comandaba el Coronel realista Francisco Jiménez; Anzoátegui comandaba el ala derecha del Ejército y el centro, que enfrentó la división dirigida por el mismo Barreiro; dos columnas de patriotas de reserva permanecieron junto al Estado Mayor que comandaba Soublette, que esperó el momento de oportuno “ataque”.

Continúa así la mencionada Historia: “En el momento en que Anzoátegui ocupaba el camino del páramo, dejando a Barreiro sin retirada posible, Santander deba una carga de fondo con todos los elementos y destrozaba la división de Jiménez… Los españoles aterrados ante ataque tan estratégico y vertiginoso se declararon vencidos y cedieron el campo, después de dos horas de lucha. En poder de los patriotas cayó casi toda la oficialidad realista, 1.600 soldados con sus armas, todo el material de guerra y las banderas de los diferentes regimientos”. El número de muertos y heridos en esa batalla no fue muy numeroso, siendo mayor el de españoles que el de patriotas. Barreiro y 37 de sus comandantes fueron apresados, y fusilados, posteriormente. 

Al llegar la noticia a Santafé del triunfo de los patriotas en el Puente de Boyacá, el Virrey Sámano, aterrado, dio orden para que 1.000 soldados realistas se dirigieran hacia Popayán, y, en la madrugada del 9, huyó hacia Cartagena el propio Virrey. Fue el 10 de agosto, a las cinco de la tarde, cuando entró triunfante Bolívar a Santafé, acompañado de sus edecanes y compañeros de lucha: “al paso rápido de su caballo de guerra”. El silencio producido por las crueldades de Morillo y Sámano fue interrumpido esa tarde por el estallido clamoroso de la más frenética alegría: la gente lloraba de júbilo y se agolpaban para ver a los héroes, las campanas repicaban y el alborozo era indescriptible. Acto seguido, el Libertador organizó gobierno provisional para Santafé con atención a los detalles más urgentes de una administración y trazó el plan para que ejércitos comandados por otros Generales dominara el territorio de Nueva Granada y Ecuador. Dejó como Vicepresidente a Santander en Santafé, emprendiendo, personalmente, lo relacionado con el dominio patriota de Venezuela.

Fue el 18 de septiembre, cuando tuvo lugar el grandioso desfile en honor de los héroes de Boyacá por las calles de Santafé, con ambiente de júbilo y signo de victoria. En la Catedral se cantó “Te Deum” en honor del Dios supremo ante los pueblos, y subsiguientes condecoraciones. Como consecuencia del triunfo de Boyacá, y avances del nuevo Gobierno, quedaron libres las Provincias de la Nueva Granada y Ecuador, con decisión de obtener libertad definitiva también de Venezuela, conformando así la Gran Colombia que duraría solamente hasta 1830, por divergencias que surgieron.  Pero La Independencia de esas naciones fue efecto, principalmente, de la campaña libertadora que culminó el 7 de agosto con la Batalla de Boyacá. ¡Gracias Bolívar y Ejército Libertador!

*Obispo Emérito de Garzón

Email: monlibardoramirez@hotmail.com