La historia del libro
La imprenta, origen indudable de los libros, se inventó en China. Allá publicaron textos que pudieran llamarse libros desde el siglo IX d.C. Los coreanos disputan ese honor con formatos de imprenta no intercambiables (el alfabeto es indispensable para lograr esa condición) y libros que eran bella exposición de la escritura pictográfica.
Tal vez por eso a Gutemberg se le reconoce como su verdadero inventor. Con los caracteres movibles, dio comienzo inmediato a la publicación de libros en serie. O de ideas como las de Lutero que no hubieran triunfado de no haber tenido un paralelo en el tiempo con la imprenta.
El gran invento sustituyó, en buena hora para un gran salto de la humanidad, a la bella pero lenta y compleja caligrafía. Igual, el papel, otro invento chino, llevado a Europa por los árabes, reemplazó al papiro, a la vitela y al pergamino. Imprenta y papel, se convirtieron entonces en un dúo dinámico que transformó la vida de los hombres.
Los primeros libros en Europa fueron de dominio de conventos y monasterios, donde además de hacerlos los guardaban con inusitado celo. Leer era un derecho de los hombres de Cristo y de algunos otros privilegiados.
El libro y los escritores asoman al mundo en el siglo XVII. A partir de allí el primero se convirtió en motivo de comercio y de crítica. De competencia para sobresalir en calidad de autor, los segundos. Aparecen los escritores profesionales y a la par los mecenas que apoyaban ya no solo a los artistas, sino también a esta nueva especie de la cultura universal.
Poco a poco el libro se adentra en las bajas clases sociales y abre un espacio inmenso en materia de educación, estudios, ciencias y profesiones. Sin ellos hubiese sido imposible el salto tecnológico de la humanidad, el crecimiento de seres e inteligencias.
Hoy se convierte en electrónico. Otro avance. El duelo está pactado entre la tradición impresa y lo digital. El sector editorial todavía observa confundido el futuro obligado de su negocio. Amazon, Google y Apple se convirtieron en líderes del cambio en la divulgación y la adquisición de conocimientos, de consumo y hábitos culturales. Cambian la cadena de valor del libro llegando de manera fácil y directa al usuario.
Amazon es la mayor librería online del mundo. Google es a su vez la más grande empresa mediática, con el mayor buscador en Internet y una superlativa oferta literaria digital. Apple hizo más amable el ingreso a la cultura digital y revolucionó los sistemas de comercialización.
Todavía el libro impreso lleva delantera, en especial por la poca digitalización. Las ventas de papel son aún superiores, pero es evidente que no será por muchos años. Se impondrán las librerías digitales y las ventas por catálogo. La venta por impulso.