Los acusadores se convirtieron en acusados. De la noche a la mañana se descorre el velo y empieza a aflorar la verdad. Primero la fotografía del entonces presidente Uribe reunido con los de Odebrecht en la Casa de Nariño, en la que también aparece el entonces candidato a la presidencia Andrés Felipe Arias, “Uribito”. Ahora la carta del ex mandatario reclamando un código de ética para que su movimiento, impida ingresos dudosos ¿o Duda-sos?, en la que de paso acusa a otros partidos y precisa que se debe prohibir la búsqueda de fondos que provengan de contratistas con el Estado, para financiar campañas.
A juzgar por lo conocido hasta ahora, a la campaña uribista ingresó una fuerte suma de dinero de Odebrecht, en efectivo, para financiar su tren publicitario a cargo de Duda Mendonca. No cabe duda que la cosa venía desde mucho antes… desde esa reunión de la Casa de Nariño.
Cabe recordar que terminada la campaña de Oscar Iván Zuluaga, derrotado el uribismo por Juan Manuel Santos, surgieron acusaciones contra los triunfantes. Temerariamente se habló, sin prueba alguna, de un abultado dinero que habría llegado a las arcas del ganador, al parecer para maquillar lo que aconteció con los dineros de Odebrecht en su propio campo.
El cansancio está martillando el pensamiento nacional sobre la publicitada rectitud y honestidad de los que hoy se consideran la sal de la tierra. Por donde se escarba sale algo dudoso, que rápidamente se arropa con comunicados y avalanchas de trinos en las redes que vuelcan sobre el adversario infundios y artificios para esconder sus faltas.
Para saber si la sal se corrompió, vale la pena investigar hasta las últimas consecuencias la realidad de lo que ocurrió con la plata de Odebrecht que ingresó a la campaña uribista de Zuluaga. Es imposible que el ex presidente Uribe no se haya percatado de semejante hecho. De todos es sabido que nada se le pasa, está en todas las jugadas. Recordemos cuando llamaba al más humilde soldado, del más apartado lugar de la nación, para tomarle cuentas sobre sus actuaciones.
BLANCO: La liberación de Odín Sánchez. Por fin el ELN cumplió. Ahora a esperar si su palabra vale para negociar la paz y dejar a este país, a sus gentes y a su ecología tranquilos.
NEGRO: A Diosdado Cabello se le soltó la cadena con el Vice Vargas Lleras y con RCN. Brutal insulto al primero y Censura al segundo. Se descabello.
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