Comienza, y por el Tomo I, el examen de Juicio Final (Editorial Planeta, Barcelona, 1971) de Giovanni Papini (1881-1956); el artículo “Prólogo” fue una introducción. Llama la atención la inclusión de Alfonso el Sabio y Anneo Séneca en la lista de los participantes. Papini tiene un concepto negativo del monarca español: inepto, infiel, delegó mal, los súbditos se rebelaron, depuesto por uno de sus hijos y lo describe con mala opinión de sí mismo. De Séneca solo se conocía su controversia con Catilina, se recuerda un párrafo de un discurso aprendido en un curso de latín en el bachillerato y Papini lo describe así: ambicioso, falso, famélico de poder, riqueza y fama, ayo y ministro de Nerón (falló en su educación), involucrado en asesinatos. Sorprendió la consideración desfavorable de William Pitt.
Opina que las leyes de Dracón se escribieron con sangre y se requería el miedo para el cumplimiento de las leyes. Catón es acusado por Flaminio de no ser ni virtuoso ni sabio, ser ávido de honores y alabanzas, enriquecido por especulación de esclavos, su rigidez era máscara, le gustaba criticar, zaherir, perseguir, infamar, ávaro. Previsible la mala opinión sobre Torquemada.
Cromwell se mezcló en asesinatos, fue tirano. De Ricardo III se tiene la descripción adversa de Shakespeare, el crimen de sus sobrinos y, en el juicio de algunos, el mal concepto fue influido, en parte, para favorecer a su sucesor. De Carlos V se tiene, en general, excelente opinión pero el saqueo de Roma no le favorece, Papini le reprocha el impulso de tantas guerras, la búsqueda del imperio universal, la imitación de Augusto y Carlomagno.
Se coincide en el veredicto sobre Felipe II: poderoso y con él comenzó la decadencia de España, siempre se ha pensado que escogió mal al almirante de la Armada Invencible y Papini califica pésima la relación con su hijo. Interesante la trayectoria de Cristina de Suecia. Alejandro Magno se creía un semidios ¿o un dios? y fue un genio militar, igual Aníbal pero éste más virtuoso como táctico que estratega. Complejo el caso de Salomón y desagrada el crimen de Adonías como “delito necesario”. Siempre se consideró la conversión de Constantino como acto político conveniente. Sugerencia: agregar, a la clasificación de Papini, la de los chismosos con todas sus variantes.