“Si París fue la sentencia de muerte para la energía fósil, Glasgow es la sentencia de muerte para aquellos que se ganan la vida con la deforestación y el abuso de la tierra agroindustrial”.
Zac Goldsmith
El cambio climático, la defensa del planeta, la protección de la selva, de las montañas, del agua, del aire, acabar con la contaminación y con el plástico, han sido siempre banderas que los políticos cogen para buscar votos. Pero que una vez llegan al poder, y tienen que enfrentarse a grandes poderes para tratar de reversar la destrucción, las olvidan.
Ahora cuando el planeta agoniza están en Glasgow, en el COP26, al menos 110 países, que representan el 85% de los bosques del mundo, aunque Rusia, China y Brasil no asisten es probable que apoyen las decisiones que allí se tomen, porque los primeros son grandes emisores de gases de efecto invernadero y Bolsonaro el mayor patrocinador da la destrucción del mayor pulmón del mundo: el Amazonas.
El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, anfitrión de la conferencia de Naciones Unidas COP26 sobre cambio climático en Glasgow (Reino Unido), anunció que al menos 110 países han firmado ya la crucial Declaración de los líderes sobre los bosques y el uso de la tierra, comprometiéndose a detener y revertir la deforestación para 2030.
Y por lo menos hay conciencia, o es materia de discusión de que se para la deforestación para sembrar palma y hacer potreros o encementar o el planeta sucumbirá.
Los líderes mundiales prometieron aunar esfuerzos para preservar los bosques y otros ecosistemas terrestres y acelerar su restauración, así como facilitar políticas de comercio y desarrollo sostenibles, tanto a nivel internacional como nacional.
El presidente Duque anunció en Glasgow una meta ambiciosa: lograr para 2022 que el 30% del territorio nacional esté protegido. Con esta decisión adelantó una meta que ya se había acordado entre varios países que busca que esa proporción del planeta esté protegido para 2030.
A estos proyectos se le sumarían procesos de protección que venían en marcha en Parques Nacionales Naturales, entre ellos uno de gran importancia étnica y ambiental en el corazón del mundo: la Sierra Nevada de Santa Marta.
La frase que dio inicio a la cumbre es contundente “Vamos a marcar el rumbo sobre cómo preservar los pulmones del mundo”
Al destruir los bosques, estamos perjudicando la biodiversidad y nuestras vidas, Los bosques proporcionan agua dulce, limpian el aire que respiramos, inspiran valor espiritual y nos proporcionan alimentos.
En Glasgow se presentó una declaración conjunta de nueve bancos multilaterales de desarrollo, incluido el Banco Mundial, que respalda todas las inversiones y transiciones anunciadas.
Más de 1.600 millones de personas dependen de los bosques para subsistir, y los pueblos indígenas son los custodios de al menos el 36% de los grandes bosques intactos del mundo.
Líderes indígenas de diversas partes y de Colombia, así como el gobernador arahuaco Danilo Villafañe, reafirmaron su compromiso de seguir siendo los protectores de los bosques y la tierra.