Un mundo abrumado | El Nuevo Siglo
Miércoles, 2 de Diciembre de 2020

El mundo se acerca al fin de año en un total estado de abrumadora desesperanza. Durante los últimos meses, en medio del aterrador recrudecimiento de la pandemia, el Atlántico han sufrido quizá la más intensa temporada de huracanes recordada en la historia.

Entre agosto y noviembre, los meses característicos de huracanes, han ocurrido treinta y un ciclones tropicales[MCO1] , treinta de ellos nombrados con letras del alfabeto griego, habiéndose agotado las letras latinas. La temporada del 2020 ha dejado devastados a algunos países centroamericanos, islas del Caribe y territorios en el Golfo de México.

Iota, el último y el peor de ellos, ocurrido el 19 de noviembre, es el mayor huracán ocurrido en el Atlántico este año y el segundo en la historia en alcanzar categoría 5 durante noviembre.

La intensidad de sus vientos, que llegaron a 257 km por hora y las torrenciales lluvias, que duraron días, provocaron inundaciones incontenibles, ríos desbordados y numerosos destrozos en zonas que aún se recuperaban del paso de Eta, ocurrido pocos días antes.

Estos dos ciclones causaron la muerte de más de 100 personas en Nicaragua, Honduras, Panamá y El Salvador y pérdidas económicas de cientos de millones de dólares. Solo en Nicaragua los huracanes Eta y Iota, dejaron a más de un millón y medio de personas damnificadas. 

Iota, casi destruye a San Andrés y arrasó con Providencia, dos hermosas islas caribeñas colombianas.  De acuerdo con el gobierno de Colombia: “el 80% de las casas en la isla de Providencia resultaron afectadas por los fuertes vientos del huracán Iota, que alcanzaron los 200 km/h. Muchas de las edificaciones, iglesias, puestos de salud, escuelas, hoteles y viviendas terminaron sin techo”.

Estas dos islas perdieron casi la totalidad de su infraestructura turística, su mayor fuente de trabajo y orgullo nacional.  La devastación vegetal es inmensa; muchos árboles fueron arrancados de raíz. Tomará años su recuperación. Este huracán, completamente inusual e inesperado, ha entristecido a Colombia que se ha volcado en su ayuda.

Durante esta temporada también hubo seis huracanes que tocaron tierra en los Estados Unidos, agrediendo con brutal fuerza los estados con costas sobre el Golfo de México, muy especialmente a Luisiana, con consecuencias devastadoras. Esta ha sido la temporada con el número más alto de tormentas de esta magnitud que jamás hayan sido registradas.

Este también ha sido el año con los incendios forestales más devastadores en récord.

Pero, lo que realmente tiene abrumado al mundo es la pandemia. Ni los científicos más versados pronosticaron que la segunda ola de contagios llegara con la fuerza que se está viendo. En este momento la mayoría de los países europeos tiene mayor número de contaminaciones diarias y en, muchos casos, de muertos, que durante el pico de la primera ola. Igual ocurre en Estados Unidos, Centro América y Sur América.

En Colombia se espera que luego de las inevitables celebraciones de fin de año, sobrepasemos el pico que habíamos logrado superar.

El 2020 ha sido un año duro para el mundo. ¿Será el 2021 peor? Hay una gran fatiga generalizada. Nadie quiere seguir encerrado. Particularmente los jóvenes parecen dispuestos a tomar toda clase de riesgos. La abrumación que sentimos es un peligro en sí. ¡Animo! “No hay mal que dure cien años”.

 [MCO1]