Me encuentro en Pretoria la sede de gobierno de Sudáfrica, escucho la noticia del fallecimiento de Winnie Mandela quien fuera una luchadora contra el apartheid en apoyo a Nelson Mandela, icono de la libertad en este país y el mundo.
La población negra mayoritaria en Sudáfrica, fue suprimida por varios siglos por los emigrantes germano-neerlandeses, quienes en lengua afrikáner se denominaron los bóeres, campesinos que buscaron nuevas oportunidades en el continente africano. Ellos llegaron en 1652 de paso para la India a través de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, quienes habían sido precedidos por los portugueses un par de siglos atrás, cuando Bartolomé Díaz (1487) exploró tierras africanas ingresando por el cabo de las tormentas, luego llamado cabo de la buena esperanza.
Estos territorios del sur de África eran poblados por nativos provenientes de razas antiquísimas, entre ellos los bosquimanos y hotentotes, que según investigaciones arqueológicas y antropológicas datan de 100 mil años atrás. Pero los nuevos colonos se encontraron con los asentamientos de tribus como los Xhosa y Zulúes, la primera de la cual eran nativos Nelson y Winnie Mandela.
Mandela, un abogado de condición social restringida como todos los negros, bajo un sistema de gobierno blanco formado por los afrikáneres, grupo étnico de los bóeres y con participación de los colonos británicos que llegaron a Sudáfrica en busca de oro y diamantes en 1806, desatándose dos cruentas guerras entre bóeres e ingleses, donde las tribus locales también participaron en defensa de sus territorios. Guerras que fueron ganadas por los ingleses llegando a un acuerdo con los afrikáneres vencidos, para establecer un modelo de gobierno regentado por la corona británica y convirtiéndose Sudáfrica en colonia inglesa.
Ese fue el inicio oficial y constitucional del apartheid (separación), un régimen segregacionista que otorgaba superioridad a los blancos frente a los negros en tierras que no les pertenecían históricamente. La población negra era reprimida y sus condiciones de vida nada comprables a los blancos. Esta situación alcanzó un alto clima de lógica inconformidad, creándose movimientos antiapartheid. Nelson Mandela ingresa como activista a uno de ellos por el año de 1942.
Conoce a Winnie Madikisela, una trabajadora social aguerrida activista y contrae segundas nupcias con ella. Ambos se dedican a la causa, hasta que Nelson es apresado acusado de terrorismo, juzgado y condenado a cadena perpetua. Winnie paso 19 meses en prisión y Mandela 27 años, convirtiéndose en el símbolo de la resistencia africana, ejemplo de pacifismo y Winnie de la guerrera indomable, lo que provocó el divorcio de quien fuera su esposo y compañero de lucha.
Mandela fue dejado en libertad en 1.993 mediante un acuerdo político con el gobierno y un año después fue el primer presidente negro de Sudáfrica, obtiene el reconocimiento internacional y el premio Nobel de paz. Hasta la fecha el poder ha estado en manos del partido CNA, Congreso Nacional Africano, de mayoría negra.
Mandela muere a los 95 años, en 2013, y Winnie Mandela a los 81 años, el 2 de abril de 2018. Ambos amados por el pueblo sudafricano, admirados por el mundo y baluartes de la lucha por los derechos de su pueblo.