Está columna no tendrá nada que ver con el video de Shakira, por si estaban con el pendiente. Pero sí es de tecnología. Unas por otras. Cuando comenzó este siglo se creó una burbuja económica muy compleja. El mundo apenas comenzaba a conocer lo que era internet y todos los inversores querían un pedazo de ese descubrimiento que prometía enriquecer a todos.
Empresas como Amazon comenzaban a deslumbrar por sus ideas y modelos de negocio. Decenas de emprendimientos de garaje se convertían de un día para otro en poderosos imperios. Imperios de papel, pero imperios, al fin y al cabo. Las bolsas de valores inflaban los precios de estas nuevas empresas y, como en la película Scarface, el cielo parecía el límite.
Pero esos imperios de papel implosionaron. Había muchas promesas de grandes desarrollos y muchas rentabilidades. Pero todo se fue quedando en eso, en promesas. Y los inversionistas que son tan ágiles para inflar, son igual de ágiles para estallar burbujas. Hubo un colapso descomunal en Estados Unidos, y como casi siempre, se fue contagiando a todo el mundo.
Más de dos décadas, la historia parece repetirse. La crisis vuelve a tocar la puerta de empresas tecnológicas que conocieron y disfrutaron del cielo durante la pandemia, pero que están comenzando a conocer el infierno por cuenta de las pérdidas en el valor de sus acciones y la necesidad de despedir empleados por miles.
Recientemente se conoció un dato: Elon Musk perdió casi USD165.000 millones entre noviembre de 2021 a diciembre de 2022. De hecho, Musk pasó al Libro Guinness de los Récords por ser la persona con la mayor pérdida de riqueza personal de la historia.
Otra pildorita, el consejero delegado del gigante tecnológico Apple, Tim Cook, aceptó una rebaja de su sueldo. De los 84 millones de dólares que tenía marcado el año pasado, el CEO de Apple pasará a tener una retribución de unos 49 millones de dólares, el 40% menos. Y si eso le pasa a la crema y nata de las empresas ¿qué será con las startups?
Todo esto es traumático. El portal Layoffs, especializado en contabilizar despidos en el sector tecnológico compartió algunas cifras. Hasta noviembre del 2022, éste registró más de 795 empresas de tecnología que habían ejecutado recortes de personal. Así mismo, al menos unas 121.600 personas perdieron su empleo en esta industria el año anterior.
Pero todavía hay tiempo para un poquito de esperanza para el sector de la tecnología. Al igual que en los años 2.000, las empresas que superen esta crisis saldrán muy fortalecidas. Lo importante es que tengan los pies en la tierra y que no hagan promesas que no pueden cumplir para ganar inversores o especuladores.
Este planeta, este mundo, no soportaría el estallido de una nueva burbuja de las .com. Ya tenemos más problemas que Shakira y Piqué. Ah, volví a caer en la tentación.