Víctor G Ricardo | El Nuevo Siglo
Miércoles, 27 de Enero de 2016

URGEN MEDIDAS

¿Seguridad?

“Miedo, inseguridad e indolencia son el pan de cada día”

 

Hace  ocho días los bogotanos veíamos con complacencia  la reunión anunciada en los medios entre el señor Presidente y el Alcalde de Bogotá, en la que autoridades nacionales y distritales inspeccionarían lugares de la capital donde la inseguridad es crítica.


Lo cierto es que la seguridad se ha vuelto crítica en distintos lugares del país y en el caso de Bogotá, lo es cada día peor. A nadie extraña que en cualquier esquina una banda de ladrones se acerque a su carro y delante de la mirada de transeúntes y conductores le roben espejos o le rompan los vidrios para atracarlo.

 

Es el caso de un amigo, al que como a otras personas, ante su asombro e impotencia le quitaron sus pertenencias. Y qué decir de quienes utilizando el transporte público, como en transmilenio, son atracados o incluso les roban el bien más preciado, la vida, sin que importe ni pase nada. Tan triste suceso aconteció a la señora que trabaja en mi casa, a quien le asesinaron su joven hijo por un celular camino a trabajar. Un año después su madre y su pequeña niña no tienen el consuelo de que los culpables paguen por el atroz crimen, porque como es conocido en el argot juvenil, en la ciudad Gótica (alusión a la película Batman) el miedo, inseguridad e indolencia son el pan de cada día. El lector conocerá un caso similar porque la barbarie que inunda las calles de Bogotá ataca a todos por igual.

 

Por esto el entusiasmo por la reunión celebrada y los reportes sobre cómo el Presidente y las autoridades caminaban tranquilamente en Bogotá no dejaban al ciudadano de a pie más que risas y lágrimas, al verles escoltados del sistema de seguridad que siempre los acompaña. Como bogotano y colombiano que pago impuestos, que amo mi ciudad y país, que tuve el privilegio de vivir una Bogotá mejor, exijo seguridad, tranquilidad para mis hijos y nietos, garantía de vivir la ciudad sin miedos ni peligros, de que no sea un vidrio de seguridad o un carro blindado el que nos proteja, sino las autoridades policiales y la justicia. Que nuestras ciudades sean, de verdad, amables, respetuosas para todos y por ello las órdenes que conocimos para que la policía no transmita en directo o en televisión atracos, no es la solución. Necesitamos medidas eficaces que terminen o mejoren la inseguridad, para ello se requiere la presión de los medios de comunicación que en su rol social  vienen transmitiendo lo que hace tiempos padecemos los bogotanos.